Los primeros registros de trabajo de la región agavera datan del año 1500 a.C., durante la época de la tradición Teuchitlán, siendo su mayor auge entre los años 200 al 500 d.C.
Es en este periodo cuando se desarrollan los conjuntos arquitectónicos “guachimonto- nes”, estructuras concéntricas que conforman un tipo singular de edificación que se diferencia de las demás en Mesoamérica. Estas construcciones asociadas al culto a los muertos y a las tumbas de tiro tienen una o varias cámaras en su interior, en donde se depositaban los cadáveres y las numerosas ofrendas. |