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Ofrenda
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Ofrenda
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Esta
ofrenda constituye uno de los hallazgo más impresionantes en lo
que se refiere a la preservación de los elementos. Dentro de una
caja hecha de piedra fueron colocados objetos de papel, madera, textiles,
restos vegetales y de animales, así como piezas cerámicas
y de piedra. Después de haberlos ofrendados, la caja se selló
con argamasa, lo cual fue uno de los factores que permitió que
los materiales orgánicos permanecieran en buen estado.
La
conservación fue tan extraordinaria que se pudieron localizar restos
de piel de serpiente, de jaguar, follaje de mezquite y yauhtli (conocida
como pericón), semillas de quelite y chía, una máscara
de madera con un tocado de papel, un cetro de papel amate , un guaje (calabazo)
un collar de caracoles, cubiertos por plumas y cascabeles de cobre, figurillas
de copal y prendas elaboradas en algodón, entre las que destaca
un chaleco hecho en algodón, mejor conocido en tiempos mexicas,
como xicolli.
No
es común encontrar este tipo de materiales en los contextos arqueológicos.
La mayoría de las veces podemos observarlos en los códices,
como las bolsas de papel y el xicolli, los cuales conformaban parte del
atuendo ritual de los sacerdotes. De tal manera que con el hallazgo de
esta ofrenda, tal pareciera que estas fuentes pictóricas cobraran
vida.
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