Zona Arqueológica de Comalcalco
Comalcalco es un vocablo náhuatl que significa “en la casa del comal”. La zona arqueológica muestra evidencia de haber funcionado como centro cívico religioso maya. En el acabado de sus edificios se utilizaron ladrillos de barro cocido, en lugar de piedras como en el resto de las ciudades mayas. Éste es uno de los sellos característicos que proporcionan una singular belleza a la ciudad.
Las evidencias más tempranas de ocupación corresponden a poblados costeros de pescadores y de cultivadores durante el periodo Preclásico. A partir del Preclásico superior se inicia la edificación de construcciones de tierra con recubrimiento de estuco.
El asentamiento de Comalcalco se convirtió en un importante y estratégico poblado comercial en la región de la Chontalpa. Su situación geográfica, próxima al margen del principal curso del río Mezcalapa o de Dos Bocas, le proporcionó una posición privilegiada para el tráfico interregional de mercancías entre la costa del Golfo y la Península de Yucatán, respecto al área del río Usumacinta, así como del Altiplano central y el extremo norte del Golfo de México.
El área central del sitio está integrada por tres conjuntos arquitectónicos principales: La Plaza Norte, Gran Acrópolis y Acrópolis. En todos ellos se observan edificios monumentales. Destacan 16 edificaciones correspondientes a espacios de culto, templos y administración, así como estructuras residenciales.
Plaza Norte
Extensa plaza de forma rectangular, donde se encuentra una serie de construcciones edificadas con núcleo de tierra y recubrimiento de estuco en sus etapas primarias.
Por sus dimensiones, el edificio más sobresaliente es el Templo I. En el extremo sureste de su fachada principal, aún conserva parte de la decoración antigua, que corresponde al menos a tres etapas diferentes, donde se aprecian un animal mitológico, motivos celestes y fragmentos de dos escenas con personajes antropomorfos.
Gran Acrópolis
Este conjunto representa la edificación continua de estructuras al paso del tiempo, las cuales se anexaban a las ya existentes de acuerdo con las necesidades de espacio de sus habitantes. Algunos templos poseen también una cámara abovedada de uso funerario en el interior del basamento sobre el que están edificados los templos, que desempeñan la doble función de templo y de tumba. Resaltan los patios, un altar al interior del Patio Hundido, así como el estanque localizado al este del Palacio.
El gran desarrollo tecnológico de los arquitectos mayas es evidente con el descubrimiento de una intrincada red de tubos de barro para drenar el área. Una particularidad interesante en los materiales con los que fueron construidos los edificios, es que los ladrillos utilizados muestran, en una de sus caras, diversos motivos decorativos, ya sean diseños antropomorfos, zoomorfos, epigráficos, simbólicos, geométricos o arquitectónicos. Las piezas fueron decoradas mediante técnicas como incisión, pintura, modelado o pastillaje.
El Palacio
Es el edificio de mayores proporciones. Tiene 80 metros de longitud y 9 metros de ancho. En sus paredes se observan restos de nichos o aberturas y en algunos cuartos hay altares bajos al estilo de banquetas adosadas recubiertas con pequeñas bóvedas, a manera de los altares de la zona arqueológica de Palenque. Su fachada muestra una serie de muros-pilastra que forman los claros de entrada.
Tempo IV o de La Tumba
Se trata de un basamento con escalinata central, sobre el que se levanta un templo compuesto por dos crujías; una era el pórtico o vestíbulo, y la posterior se divide en dos celdas laterales y una central que servía de santuario. Debajo del templo hay una cámara funeraria cuyos muros estucados están desprovistos de cualquier decoración, a diferencia de la que describimos en el párrafo siguiente.
La Tumba de los Estucos
Está ubicada hacia el sureste de El Palacio. Se considera la más importante de las tres descubiertas hasta ahora en Comalcalco, y fue similar en distribución y proporciones a la tumba del Templo IV; ésta sin embargo ha perdido la mayor parte del templo superior, y sólo se conserva el basamento y la cámara funeraria. En sus paredes interiores se encuentran distribuidos nueve personajes en relieve de estuco, en los cuales existían inscripciones jeroglíficas asociadas a ellos.
Templo V
Tiene un templo en su parte más alta, formado por un pórtico al frente y un santuario con celdas laterales en la crujía posterior. En el basamento destaca una tumba, cuya entrada quedaba cubierta por la escalinata, es similar a los dos templos–tumba descritos con anterioridad.
Templo VII
Denominado también Templo de las Figuras Sedentes. Sus dos primeros cuerpos muestran varias figuras sentadas en actitud de ofrendar; en el tercer cuerpo está la representación de una serpiente estilizada con una banda de jeroglíficos.
Dentro del sitio también se encuentran los templos VI, VIII y XII.
Museo de Sitio
Se sugiere visitar el museo de sitio como primer contacto e introducción general a la zona. Aquí se expone, en forma breve y práctica, la historia de Comalcalco durante la época preshispánica.
Este museo tuvo como antecedente una colección de piezas arqueológicas reunida por el profesor Rosendo Taracena y sus alumnos al iniciar el siglo XX. Más tarde, Carlos Pellicer guardó la colección, en la que sobresalía una gran cantidad de ladrillos decorados.
Horario: de 10 a 17 horas, de martes a domingo.
Fiestas
En la cabecera municipal de Comalcalco se celebran, del 13 al 15 de mayo, las fiestas en honor de San Isidro Labrador. La procesión del día 14 es una muestra de la tradición y los productos del lugar, con las famosas enramas (acto ancestral donde se ofrenda lo mejor de sus cosechas al santo patrono del pueblo) formadas por cacao, coco y maíz, acompañadas con música de tamborileros.
Más por conocer
Para quienes gustan de los suculentos excesos, en las cercanías de la ciudad de Comalcalco se encuentran las haciendas cacaoteras Cholula, La Luz y Jesús María. Entre dulces y deliciosos aromas que despiertan los sentidos como el chocolate, la vainilla y canela el visitante podrá disfrutar de un agradable recorrido por instalaciones y plantíos.
Cómo llegar
La zona arqueológica se sitúa a 2 km del municipio del mismo nombre. Si el punto de partida es Villahermosa, la distancia a recorrer es de 56 km. Tomar la carretera federal núm. 180 con destino a Cárdenas hasta la desviación con rumbo a la ciudad de Comalcalco.
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