Onegin, de John Cranko, con la Compañía Nacional de Danza, en el Teatro del Palacio de Bellas Artes, en 1999.

Fotografía: Edmundo López.
Archivo:INBA

 

De esta manera, el Teatro de la Danza fue marco para la presentación de compañías de danza provenientes de distintos países, como Roc in Linchen de Francia; Virpi Pahkinen de Suecia; Tam-Danza Contemporánea de Corea; Tanz Hotel de Austria; Compagnie Marie Chouinard; Compagnie Philippe Trehet; Shapiro and Smith Dance de Estados Unidos; Montreal Danse de Canadá, y Danza Odissi de la India, entre otros.

En colaboración con diferentes instancias se realizaron Proyectos Especiales por medio de giras de producciones especiales y homenajes, así como obras por encargo a coreógrafos nacionales e internacionales, con el fin de crear producciones para estreno.

Uno de los principales proyectos de la Coordinación Nacional de Danza fue la realización del Primer Congreso Internacional de Ballet Clásico y Contemporáneo. "México Año 2000", en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Por primera vez se abrió una tribuna en la que se reunieron las principales escuelas y metodologías de ballet, maestros, especialistas, coreógrafos, estudiantes y profesionales afines a esta disciplina, para tratar los temas más relevantes sobre la formación de profesionales y evaluar hacia dónde se dirige la enseñanza de esta disciplina en el mundo.

La Coordinación Nacional de Danza contó con cuatro compañías subsidiadas: Ballet Nacional de México, Ballet Teatro del Espacio y Ballet Independiente, dedicadas a la promoción de la danza contemporánea. Por último, la Compañía Nacional de Danza Folklórica la cual participó en importantes festivales culturales en México y el extranjero.

Por otra parte, la Coordinación proporcionó instalaciones para ensayos y montajes de diferentes compañías independientes de danza durante todos los días del año, así como para la realización de actividades relacionadas con el Programa Nacional de Educación Continua.

La Compañía Nacional de Danza se enfocó a consolidar su excelencia técnica, calidad artística y profesionalismo. Su vocación se sustenta en diversas escuelas dancísticas: inglesa, cubana, rusa, americana y francesa.

Durante la planeación y programación de sus diferentes temporadas, equilibró los diferentes géneros y estilos dancísticos con base en las grandes obras clásicas, con el fin de escenificar obras nacionales e internacionales de grandes autores.

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