Es
así como a solicitud de diversos sectores de dicha
comunidad, a partir de 1997 el conaculta se abocó a
coordinar los trabajos para la elaboración de un proyecto
de Ley que contemplara todos los aspectos propios de la industria
y que pudiera resolver la problemática existente hasta
entonces.
Para
esto se efectuaron diversos foros de análisis y debate,
en los que se tomaron como base los criterios elaborados tanto
por el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica,
como por otros organismos y cineastas. Una vez agotados los
temas a discusión y puestos a la consideración
de los participantes en esos foros, se logró concretar
el proyecto. Tras su debate en la H. Cámara de Diputados
fueron aprobadas las reformas a la Ley de 1992, mismas que
están en vigor desde el 5 de enero de 1999.
En
el transcurso de estos años, los objetivos y programas
del Instituto han sufrido modificaciones determinadas por
diversos factores, entre otros, los cambios en la economía
del país, las diferen-
tes concepciones de cómo hacer frente a la
problemática cinematográfica, el proceso de
globalización y la alta competitividad a nivel mundial.
A
partir de 1995 el imcine se planteó como premisa fundamental
impulsar la producción de películas de calidad
mediante modernos mecanismos de cooperación entre los
diversos sectores sociales, así como mejorar y ampliar
las posibilidades de distribución y exhibición
del cine mexicano y extranjero, asumiéndolo como elemento
fundamental en la formación cultural de la población.
La
labor cinematográfica recibió, a su vez, un
impulso definitivo en 1997, con la incorporación de
la Cineteca Nacional al ámbito del conaculta. De esta
forma, con la operación conjunta del imcine, el Centro
de Capacitación Cinematográfica, los Estudios
Churubusco y la Cineteca Nacional, se logró articular
una política audiovisual integral en beneficio del
cine mexicano.
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