Se impulsó la formación integral con la correcta aplicación de las técnicas propias de cada disciplina, pero relacionándolas con otros campos del arte.


 


El factor determinante en los planes de estudio fue el contacto con la vida artística profesional.

Mediante convenios de colaboración con otras instituciones de educación superior como la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Iberoamericana y la Universidad Autónoma Metropolitana, se logró la participación de maestros e investigadores externos.

De los maestros mexicanos se pueden mencionar, entre otros, en arquitectura Fernando González Gortázar; en artes plásticas, Gilberto Aceves Navarro, Luis Nishizawa, Cristina Híjar y Tulia Bazani; en teatro, Héctor Mendoza, Luis de Tavira, Héctor Quintanilla y Martín Acosta; en danza, Emilio Alberto Méndez, Adriana Castaños, Marco Antonio Silva y Cecilia Lugo.

Entre las figuras internacionales destacaron James May y Radonna K. Patterson (Estados Unidos); Amabela Ramírez Quintero (Cuba); Alan Rosenthal (Israel); Joan Casas y José López Calo (España); y Patrick Talbot (Francia).

Relación con el campo profesional

Dentro de su programa académico, las escuelas de Danza Clásica y Contemporánea, la Nacional de Arte Teatral, así como la Superior de Música, realizaron prácticas escénicas, conciertos y montajes. Así, los jóvenes estudiantes tuvieron contacto con la vida artística profesional, confrontaron sus conocimientos con el público y se incorporaron de lleno a las expresiones y debates artísticos actuales. "La Esmeralda" produjo diversas exposiciones de artes visuales.

Esta concepción de la educación artística permitió el pleno uso de las instalaciones de cada escuela para la demostración de los trabajos realizados, así como de aulas, talleres, equipos y foros profesionales que, junto con la logística y los servicios que les dan soporte, ofrecieron a los alumnos la posibilidad de presentar sus propuestas artísticas en las mismas condiciones que los creadores con trayectoria.

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