El Instituto Mexicano de Cinematografía, creado en
1983 con el propósito de reordenar, modernizar y coordinar
las tareas de producción, distribución y exhibición
en apoyo a la industria cinematográfica, entre 1995
y el año 2000 apoyó la producción de
53 de las 104 cintas realizadas en México durante ese
periodo.
Originalmente
bajo la supervisión de la Secretaría de Gobernación,
con la nueva orientación de la política cultural
a partir de 1988, se estableció que el imcine formara
parte de los organismos coordinados por el Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes.
Posteriormente,
en 1990, se inició la desincorporación de la
mayoría de las entidades cinematográficas paraestatales,
y el subsistema se redujo de 13 a 3 organismos: los Estudios
Churubusco-Azteca, encargados de la prestación de servicios
de filmación y laboratorio; el Centro de Capacitación
Cinematográfica, dedicado a la enseñanza, y
el propio Instituto.
Como
consecuencia de esta reestructuración, a partir del
segundo semestre de 1990 fueron asignadas al imcine las funciones
directas de producción y distribución, con lo
que se amplió su campo de acción. Entre 1989
y 1994, los primeros esfuerzos favorecieron un incremento
significativo de filmes: se produjeron 61 largometrajes y
46 cortometrajes, que obtuvieron 148 y 96 premios, entre internacionales
y nacionales, respectivamente.
El
incremento de la asistencia a las salas se reflejó
en películas como La mujer de Benjamín
de Carlos Carrera; Como agua para chocolate de Alfonso
Arau; Mi querido Tom Mix de Carlos García Agraz;
y Ángel de Fuego de Diana Rotberg.
Por
otra parte, en 1992 se expidió la Ley Federal de Cinematografía,
en la que se establecieron nuevas condiciones para el desarrollo
de la industria. Sin embargo, por su contenido, su restringido
alcance y los limitados estímulos y mecanismos que
contemplaba, así como por la falta de expedición
de su reglamento, a partir de 1995 la comunidad cinematográfica
demandó su revisión.
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