La tradición textil en México es una actividad viva y en constante transformación. A pesar que mucho del saber artesanal se ha perdido en la vorágine contemporánea, existen artesanos que han sabido conservar técnicas y procesos originales, al tiempo que los transmiten de una generación a otra.
En años recientes, un nutrido grupo de diseñadores ha encontrado en la colaboración con artesanos no sólo una manera de generar productos originales y de impecable calidad sino también la oportunidad de adquirir conocimiento y formar nuevas empresas culturales y creativas, las cuales abrevan de la tradición y dan como resultado objetos con identidad propia. Si bien los procesos colaborativos no son prácticas nuevas en México, lo cierto es que la manera como los diseñadores se aproximan hoy en día a este fenómeno es completamente distinta. La búsqueda de sustentabilidad, de diálogo horizontal, de desarrollo social y de buen diseño prevalece como objetivos.
Hilos y entramados. Prácticas colaborativas en el diseño mexicano reúne el trabajo de 37 diseñadores y colectivos que, a su vez, trabajan con 42 comunidades artesanales en 13 estados del país
Privilegiando la práctica textil, pero integrando también muebles y objetos tejidos en fibras naturales, así como piezas tramadas en materiales reciclados, esta exposición presenta una suerte de diagnóstico sobre los distintos intereses y alcances del diálogo que se está dando entre artesanos y diseñadores.
Configuradas como empresas o proyectos sociales asociados con el diseño, las experiencias aquí presentadas, muestran una veta para el futuro del país: la colaboración y el diálogo en favor de la creatividad y la diversidad. Los objetos y prendas aquí exhibidos, revelan el delicado trabajo detrás de una pieza artesanal incluyendo los complejos procesos que, la más de las veces, son dados por hecho en la vida de un producto. Dichas piezas tienen el poder de crear vínculos con sus usuarios a través de la imaginación, la individualidad y la pertenencia, valores inusuales que sólo podemos encontrar en artículos únicos por ser hechos a mano.
Vivimos en la era de lo impersonal, donde es difícil crear lazos con objetos pensados para volverse obsoletos en un abrir y cerrar de ojos; por ello la importancia de productos y experiencias que estimulan el consumo reflexivo, que enriquecen su significado más allá de la función, haciéndose cada vez más valiosos para el usuario.
Hilos y entramados. Prácticas colaborativas en el diseño mexicano celebra lo hecho a mando y destaca el esfuerzo de diseñadores y artesanos por expandir los límites de las prácticas artesanales con el fin de generar proyectos y productos que favorezcan la innovación, el dialogo y la diversidad.
Ana Elena Mallet y Pilar Obeso
Curadoras
Aitorismo&cía es una marca de productos para el hogar que busca la colaboración con industrias que han quedado en desuso con los nuevos estilos de vida. La finalidad de este proyecto es revivir materiales y procesos generando nuevos productos para insertarlos en nuevos mercados. Fundada en 2012 por el diseñador industrial Aitor Garrido, Aitorismo&cía se basa en las tradiciones y procesos de México, teniendo como eje central la investigación histórica.
Alejandra Antón Honorato es una diseñadora multidisciplinaria nacida en la Ciudad de México. Su trabajo mezcla conceptos de manera lúdica, resultado de la experimentación en distintos campos. El diseño gráfico, la ilustración, los objetos y la investigación son sus principales áreas de especialización. Siempre quiso hacer una silla para decir que tiene algo de diseñadora industrial —las sillas suelen ser el epítome de esta profesión. Me siento como en México es para el nostálgico emigrante, quien cada vez que encuentra algo que le recuerda a su patria, deja escapar un suspiro que dice "me siento como en México". Hecha de alambrón, la silla es tejida a mano con mimbre por artesanos de la Ciudad de México. Su peculiar diseño dibuja el inconfundible perfil de nuestro país.
Anudando es una empresa con enfoque social, fundada por la diseñadora e investigadora Raquel Sereno, que busca promover el reúso y reciclado de materiales por medio de técnicas artesanales y alto diseño. Trabajan con comunidades textiles del Estado de México, Querétaro, Guanajuato y Michoacán. Su línea Renacimiento surge a partir del reciclado de bolsas de supermercado (bolsas de polietileno), las cuales son recolectadas en diferentes puntos del D.F. y Estado de México. La transformación del material se lleva a cabo en 2 comunidades de Querétaro, donde trabajan principalmente con mujeres y se utiliza una técnica artesanal y sostenible desarrollada por la diseñadora holandesa Michelle Baggerman —colaboradora de Anudando.
Arroz con Leche y Yakampot son marcas que promueven el patrimonio cultural de México diseñando, elaborando y comercializando ropa inspirada en la estética de nuestro país. Arroz con Leche fue fundada por Concepción Orvañanos —musa de Yakampot—, por el amor y orgullo que siente por el textil mexicano, así como las ganas de contribuir al desarrollo de comunidades de artesanos. Francisco Cancino, originario de Huitiupan, Chiapas, es el director creativo de ambas firmas. Los ojos de Francisco descubren un mundo en el interior de México que sorprende al extranjero. Arroz con Leche y Yakampot trabajan con comunidades de Chiapas —Yakampot, Aguacatenango, Altamirano, Venustiano Carranza, San Andrés Larráinzar—, Estado de México —Chimalhuacán—, Puebla —San Sebastián—, y Oaxaca.
Bi Yuu se fundó en el año 2012 por la diseñadora textil Marisol Centeno para crear una marca especializada en tapetes y complementos textiles de diseño, con una fuerte visión de calidad, vanguardia y responsabilidad social. En Bi Yuu se honra el verdadero valor de la producción textil hecha a mano con materiales naturales, acogiéndolos desde una perspectiva de lujo, entendiendo y respetando el ritual y tiempo que requiere la producción artesanal. Bi Yuu colabora con 25 artesanos de Teotitlán del Valle, Oaxaca. Tres de ellos, especialistas tintoreros con quienes trabajan en busca de procesos de innovación para generar nuevos colores. Los artesanos son especialistas en tejido de telar de pedal, parte de la tradición textil zapoteca de la región.
El Camino de Los Altos es una asociación civil mexicana —con 13 años en su haber— que nace del trabajo en conjunto entre 130 tejedoras mayas pertenecientes a 5 municipios de Los Altos de Chiapas y la asociación francesa El Camino compuesta por 9 diseñadoras textiles. Las tejedoras indígenas y las diseñadoras francesas comparten sus habilidades para crear y difundir una colección de textiles contemporáneos enfocada en decoración de interiores, blancos y accesorios directamente inspirada en el patrimonio ancestral maya. El objetivo de la asociación es mejorar las condiciones de vida de las tejedoras y sus familias, a través del rescate de su extraordinario arte textil tradicional, dando a las mujeres la oportunidad de crecer profesionalmente.
Caralarga es un taller mexicano de joyería artesanal fundado en 2012 por Ana Holschneider, con sede en la antigua fábrica de hilados y textiles El Hércules, en Querétaro. Caralarga se inspira en los materiales crudos de la naturaleza, buscando conservar su esencia y resaltar sus bondades transformándolos en piezas de alta calidad. En los inicios de la marca, Holschneider conoció a María del Socorro "Soco" Gasca Chalqueña, artesana y madre de familia quien le abrió las puertas de su casa, donde durante más de un año trabajaron en el diseño para la colección Mujeres Apaches. Actualmente, Soco es quien produce la joyería y capacita a nuevas artesanas.
Carla Fernández es una marca de moda inspirada en la riqueza textil y geométrica de México. Su propuesta es contemporánea y vanguardista con un toque cálido e intelectual. Este estilo es el resultado de 15 años de experiencia estudiando la indumentaria mexicana y percibiendo en ella un sorprendente potencial de diseño. Las prendas de la marca reflejan el sofisticado sistema de confección indígena basado en el uso del cuadrado y el rectángulo, creando prendas contemporáneas que rompen con los estereotipos que se exportan de México. Carla Fernández trabaja con artesanos de Hidalgo, Estado de México, D.F., Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Campeche y Yucatán.
Carmen Rión es una investigadora y diseñadora de moda reconocida por su papel como pionera en el rescate de los textiles tradicionales de México y su integración a la moda contemporánea. Inició su carrera de la mano del arquitecto Ricardo Legorreta como diseñadora textil de la decoración de los hoteles Camino Real en Ixtapa Zihuatanejo y Cancún. En 1999, tras varios años de experimentación, nace la marca CARMEN RION. Su labor colaborativa con grupos de artesanas, especialmente en Los Altos de Chiapas —como es el caso de las Mujeres Mayas de Jobel, ahora llamado Sna Maruch—, persigue la profesionalización de las prácticas de diseño artesanal y la recuperación de los procesos tradicionales de producción textil.
Chamuchic es una marca de accesorios artesanales, inspirada por un estilo de vida contemporáneo, que celebra y rescata la belleza de los textiles de Los Altos de Chiapas y encuentra un balance armonioso entre el pasado y el presente. Desde 2010 la diseñadora textil Claudia Muñoz Morales trabaja con 18 mujeres indígenas y 2 de sus esposos, todos del municipio de San Andrés Larráinzar, junto con quienes desarrolla, diseña y comercializa Chamuchic. Las manos de las artesanas trabajan el telar de cintura y los bordados, moldean el barro y dibujan motivos mayas. Chamuchic cuenta con un código ético de trabajo que incluye el pago justo y puntual, el respeto y priorización a la cultura, pláticas educativas y talleres para ampliar capacidades, entre otros elementos.
Colorindio surge en 2009 de la mano de Paulina Parlange —bióloga, amante de la naturaleza, se dedica a recorrer el país en búsqueda de sabios tejedores— y Libia Moreno — emprendedora por naturaleza y catadora del arte del tejido. La marca de decoración del hogar surge de la necesidad de conocer y trabajar con manos maestras, de adentrarse en un mundo lleno de color. Trabajan de la mano con artesanas de diferentes comunidades de Los Altos de Chiapas —como San Andrés Larráinzar, Zinacantán, Pantelhó, Aldama, Santa Martha, San Juan Chamula— y los pueblos zapotecos de Oaxaca. Hoy en día, más de 150 mujeres, agrupadas en cooperativas, tejen para Colorindio. Les interesa preservar las técnicas y diseños tradicionales con el fin de compartir con otros la importancia de la historia que estos guardan.
Corazón Artesanal es un proyecto de diseño social creado en 2012 por la diseñadora interdisciplinaria María Esther Martínez León Valdez y enfocado en desarrollar productos que resuelvan las problemáticas de las mujeres artesanas, generando canales de distribución, comercialización y promoviendo su alfabetización. Corazón Artesanal trabaja con 35 artesanos (30 mujeres y 5 hombres) de distintas comunidades de los Los Altos de Chiapas —Zinacantán, Amatenango del Valle, San Andrés Larráinzar, San Juan Chamula, San Juan Cancuc, Pantelhó y Teopisca—, impulsando su desarrollo, para mejorar su calidad de vida, trabajando en conjunto, uniendo culturas con el corazón.
Diario, que significa todos los días y al mismo tiempo puede ser un objeto para escribir nuestras memorias, es una marca que recolecta y rediseña objetos únicos del día a día de México. Creada por el diseñador industrial Moisés Hernández en 2013, Diario inició como el diploma de la Maestría en Diseño de Producto en el Ecal en Lausanne, Suiza. Hernández recorre México buscando y entendiendo las historias detrás de objetos cotidianos y con esto redescubre lugares, personas, materiales, técnicas, texturas y colores. Hasta ahora Diario ha trabajado con artesanos de Guerrero —Tlapehuala, Taxco—, Oaxaca —Oaxaca, San Marcos Tlapazola—, Estado de México — San Antonio la Isla—, y la Ciudad de México.
De origen alemán, Ariane Dutzi pasó 10 años cubriendo la moda, el arte y el diseño en Paris, y luego otros 4 años en Nueva York donde dio el giro a diseñadora. Buscando un descanso del ajetreado ritmo de vida neoyorquino, Ariane visitó Tulúm, lo que estaba destinado a ser unas vacaciones de 3 meses se convirtió en un romance intermitente con Yucatán. En 2007 tomó la decisión de mudarse a Valladolid, Yucatán, donde fundó Dutzi Design, Inc. Hoy en día trabaja con 23 artesanos mayas —mujeres en su mayoría—, dándoles la oportunidad de emplear sus habilidades y obtener un ingreso para sus familias. La mayor parte de sus productos están hechos con costales reciclados. Incluso el mecapal se teje a mano por una de las últimas familias de la región capaces de realizar dicha técnica tradicional.
Elissa Medina es diseñadora industrial por el CIDI-UNAM, con una especialidad en Arte por el ENSAD, Paris. Su trabajo cuestiona los límites entre el arte y el diseño a través de los objetos, con un principal interés en la identidad cultural. Elissa explora la construcción de módulos textiles utilizando diferentes modelos geométricos, lo que la llevó a crear en el 2012 Tapete Huichol, pieza que refleja las relaciones de un mundo intercomunicado en donde el individuo contemporáneo negocia entre la conservación de su identidad cultural y su participación en un mundo heterogéneo. La producción limitada de Tapete Huichol la realizan artesanas urbanas de la Ciudad de México.
Fábrica Social es una empresa dedicada al apoyo y difusión del trabajo y conocimiento de las mujeres artesanas indígenas en México. Fundada en 2007 por la diseñadora industrial Dulce Martínez, desarrolla y produce ropa y textiles artesanales facilitando herramientas de diseño, administración y comercializando del producto final. Fábrica Social trabaja con más de 120 mujeres indígenas de Hidalgo, Guerrero, Oaxaca, Yucatán y Chiapas. Impulsa el crecimiento laboral de artesanas, generando ingresos fijos y estables por medio del comercio justo. Para Dulce Martínez el diseño es una herramienta de mejora social, económica, y por lo tanto política, que promueve la igualdad de condiciones entre todos los participantes del sistema socioeconómico actual.
Hilando México es un proyecto social y artístico que fusiona la riqueza de nuestras raíces con el mundo actual y da vida a piezas únicas con los más altos estándares de calidad. Con su característica atención al detalle y honrando la tradición artística de sus antepasados, las mujeres de Nicte-há en Ichmul, Yucatán, crean piezas únicas, las cuales muestran la armonía entre diseño, materiales y la tradición milenaria del bordado característico del Sureste Mexicano. Hilando México es un proyecto de Ma Maison Diseño artesanal A.C. creado por Sally Serur de Azar en 2012, cuyo objetivo es enaltecer y revalorar una manifestación cultural tan importante como es el bordado artesanal mexicano.
Kat & Ibin —arte y tela en maya— es una marca creada por la diseñadora textil Lorena Terrazas, que apoya la artesanía mexicana y la impulsa a través de artículos de decoración funcionales que puedan adaptarse a un estilo de vida contemporáneo, respetando las técnicas tradicionales y a la vez experimentando con éstas. Kat & Ibin trabaja con 20 mujeres de los estados de Tabasco y Zacatecas, donde el tejido de gancho y el deshilado son las principales técnicas artesanales, así como una de las principales fuentes de ingreso, ya que la mayoría de los hombres de la zona han migrado a EE.UU. Kat & Ibin busca la inserción y reinserción laboral de personas con riesgo de marginación social brindándoles igualdad de oportunidades.
En 2014 las hermanas Hada y Denisse Novelo decidieron unir talentos para formar Kiché, un estudio de diseño bajo el principio fundamental de fusionar el respeto y valor por los oficios artesanales y las tendencias en el diseño contemporáneo. Kiché trabaja con un grupo de tejido compuesto por 5 mujeres, el cual se ha vuelto parte fundamental de la identidad de la marca. Lo que inició como un hobby, ahora le permite a este grupo de amigas contar con una remuneración económica justa por sus creaciones. Kiché crea espacios únicos y con personalidad a través de productos con valor y carácter.
Lagos del Mundo es una marca de objetos básicos para el hogar fundada en 2013 por Leonel López y Rigel Durán, ambos diseñadores industriales mexicanos. Los productos de Lagos del Mundo conjugan lo funcional y lo decorativo haciendo énfasis en las formas primarias y las cualidades de los materiales, buscando un equilibro entre lo natural y el contexto actual. Trabajan en conjunto con artesanos y pequeños talleres de todo el país, desde tejedores de palma de Guerrero, talleres alfareros en Morelos, telares de pedal en el Estado de México, hasta maestros cuchilleros de Jalisco. Lagos del Mundo conjuga procesos de manufactura tradicional con técnicas contemporáneas.
The Rug Hook Project fue creado en 1993 por un grupo de mujeres norteamericanas expatriadas con base en San Miguel de Allende, Guanajuato, con la idea de mejorar la calidad de vida de las tejedoras de la zona. El apoyo de la experta tejedora MK Maudsley fue fundamental para perfeccionar las habilidades de las artesanas. En 1999 la artista y fotógrafa independiente Charlotte Bell se integró al proyecto difundiendo y comercializando los tapetes de Las Rancheritas de Agustín González a nivel internacional. Actualmente, 15 Rancheritas dedican el poco tiempo libre que tienen a tejer tapetes de ganchillo. Su tema es la vida que les rodea en el pequeño pueblo de Agustín González: montañas, cactus, vacas, caballos, burros, flores, iglesias, conejos, gallos o pescados. Muchas de las tejedoras son el único sostén de sus familias.
La marca Lydia Lavín surge en el 2005 como una propuesta que emana del trabajo de investigación realizado por Lydia Lavín con el Instituto Indigenista para la preservación de técnicas textiles indígenas mexicanas y que continúa con otras instituciones y la Universidad Iberoamericana. Lydia Lavín trabaja con 10 comunidades artesanales de diversos grupos étnicos del país, con artesanos reboceros, adultos mayores, un grupo de mujeres urbanas de la zona metropolitana y un grupo de mujeres de la cárcel. En 2012 entra a colaborar su hija Montserrat Messeguer generando nuevas líneas de productos y una visión innovadora. Lydia Lavín tiene como misión en México el trabajo textil sostenible.
Maddalena Forcella es artista y diseñadora textil, su trabajo gira alrededor de los tintes vegetales y naturales. Plantas, cortezas, flores e insectos le permiten crear un espectro ilimitado de colores, tonos y saturaciones. Tiene una larga experiencia de trabajo con tejedores y artesanos de todo México, compartiendo conocimientos sobre el teñido natural y técnicas textiles. Colabora con Federico Chávez, maestro tejedor de Teotitlán del Valle, Oaxaca; Manuel y Gilberto Núñez Cruz, maestros tejedores de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas; Diana y Lorena Melo, jóvenes de San Agustín Etla, Oaxaca, con formación en la técnica de nuno fieltro; Rufina Santiago, modista de San Agustín Etla, Oaxaca; Victoria García Antonio de San Felipe del Agua, Oaxaca y El Camino de Los Altos.
MAKA México nace en el 2010 de mano de las diseñadoras gráficas Stefania Stenger y Karla Urruchúa y de la diseñadora industrial Daniela Ustaran. La marca fusiona lo contemporáneo con la tradición. Hoy en día colaboran con 4 diferentes comunidades —Calkini, Campeche; Chinantla, Oaxaca; y Nachig y Sibacá en Chiapas— creando piezas de diseño con arte textil mexicano. MAKA México hace énfasis en el trabajo justo y la colaboración, de ahí que las artesanas sean libres de bordar lo que les inspire. Maka México (cuyo significado es "dar" en Náhuatl) quiere compartir, ayudar, aprender y valorar.
Mayab Chic es una micro-empresa social fundada en 2014 por la internacionalista Bertha Angulo que trabaja bajo los principios de comercio justo, promoviendo la re-valoración de las hamacas yucatecas hechas a mano por mujeres mayas de las comunidades de Kikil y San Antonio Millet, para vivir el estilo de vida hamaquero en la ciudad. Urdidas en bastidor con aguja de madera y más del doble de hilo que una hamaca común, las hamacas Mayab Chic son más grandes, firmes y cómodas, haciéndolas únicas y especiales. Para Mayab Chic esta forma inesperada y divertida de descansar en el aire merece ocupar un lugar privilegiado en el espacio urbano contemporáneo.
Mestiz es un proyecto creado por el arquitecto Daniel Valero que revaloriza las técnicas artesanales para su recuperación y su adaptación a nuevos estilos de vida mediante la investigación, la conceptualización y desarrollo de piezas cargadas de un fuerte trasfondo teórico y técnico. Su diseño particular proviene de la estrecha relación entre diseñador y artesano; color, patrón, textura, son seleccionados a partir de la discusión de ideas y emociones que la pieza debe expresar, pero está en la manos del artesano el otorgarle una personalidad e identidad a cada una de las piezas. Mestiz trabaja de la mano con los tejedores Héctor y Rubén Tamayo en colaboración con el Museo y la Escuela del Sarape en Saltillo, Coahuila.
Mexchic es una marca de diseño con domicilio en Malinalco, Estado de México, fundada en 2006 por la diseñadora estadounidense Christina Hattler y Tomás Macedo abogado en derechos humanos internacionales. Juntos trabajan con cerca de 30 maestros artesanos, familias y cooperativas, principalmente en el Estado de México, desarrollando diseños originales de espíritu libre, que fusionan las técnicas tradicionales de lo hecho a mano en México, el tejido, el bordado y el teñido ikat en materiales naturales como lana, algodón, madera, cuero, plata y pelo de caballo. Mexchic se rige por las normas de la Organización Mundial de Comercio Justo y forman parte del movimiento Slow Design.
Minahua es una marca de diseño artesanal fundada en 2011 por la diseñadora mexicana Teresa Cortina. Está inspirada en la indumentaria de la mujer indígena mexicana, y nace a partir de la curiosidad por conocer su alma y su particular forma de concebir la belleza. La cultura mazahua ha sido de las más afectadas por la migración de los hombres a las ciudades y a EEUU; al mismo tiempo es la más marginada por estar tan cerca de la ciudad de México. Cortina busca crear, desde su discurso indumentario, una propuesta de diseño nueva que dignifique y revalore las raíces e identidad multicultural mexicana, al mismo tiempo que genera empleo a través de talleres de costura localizados en las comunidades. Minahua retoma la técnica del plisado mazahua, así como el intenso colorido y brocado de sus telas, para construir bolsos de mano de diferentes estilos.
Nido surge del entusiasmo de la diseñadora industrial Valeria Tamayo y el ingeniero industrial Andrés Barreiro por crear una línea de muebles para bebés y niños diseñada por ellos y fabricada en México. Su ejercicio diario como papás es su método de trabajo y creación. De la experiencia propia surgen las respuestas a necesidades reales. Nido enaltece y valora el trabajo de artesanos de Tequisquiapan, Querétaro; San Pablito, Pahuatlán, Puebla; Teotitlán del Valle, Oaxaca; y San Miguel de Allende; Guanajuato; con los que colaboran y desarrollan técnicas que van desde la cestería, bordado, telar de pedal, hasta la felpa. Nido también colabora con distintos diseñadores, entre los que destacan Christian Vivanco y Rosana Malia.
En 2005 la diseñadora de moda Margarita Cantú crea Omorika con el fin de promover lo Hecho a Mano y Hecho en México. Con base en Nueva York, EE.UU., donde Cantú perfeccionaba el tejido de telar, la marca comenzó con diseños puristas, de cortes clásicos y fibras naturales. En 2009, Omorika se establece en Chiapas donde evoluciona buscando que la materia prima sea en su mayoría reciclada y de fácil acceso para los artesanas, manteniendo el uso de técnicas tradicionales como lo son el telar de pedal y de cintura. Omorika trabaja con artesanas y tejedores de Zinacantán, Nachig, Cruz Quemada y alrededores, que experimentan hilando y tejiendo con bolsas de plástico (PE), cintas de casete, plumas de gallina usadas para ofrendas, lonas políticas, entre otros.
Onora es una marca de diseño artesanal fundada por Maggie Galton y María Eladia Hagerman. Por más de 15 años han colaborado con talentosos artesanos alrededor de toda la república en la creación de textiles y accesorios de casa. Onora reinterpreta diseños tradicionales dándoles una estética y uso contemporáneo que reflejan un estilo de vida refinado y cosmopolita. Las piezas presentes en Hilos y Entramados vienen de 7 diferentes comunidades —Tenancingo, Estado de México; Grupo Nachia de Zinacantán, Chiapas; Cooperativa Mayali-Luch de San Andrés Larráinzar, Chiapas; Grupo Lum de la comunidad Tzajalum en San Juan Chamula, Chiapas, y Chablekal y Euán en Yucatán. En Onora se honra al tiempo, se ama la belleza de los productos hechos a mano, así como la historia detrás de cada uno de ellos.
Sarah Hamui Textiles es una marca de accesorios para el hogar que nace de la colaboración entre artesanas mexicanas y la diseñadora textil Sarah Hamui, egresada de la Universidad Iberoamericana. Sus productos están hechos a mano por talentosas artesanas de Chiapas y el Estado de México especializadas en técnicas creativas de tejido de cestería y textiles. Actualmente colabora con María Ana Velázquez García y familia —artesanos que trabajan la palma—, con quienes desarrolla objetos para el hogar. A través de talleres y capacitaciones trabajan estrechamente para diseñar productos que incorporan las técnicas tradicionales a la estética actual. Sarah Hamui Textiles busca empoderar a las artesanas, sus familias y sus comunidades.
Snichimal es un despacho de diseño enfocado en mobiliario y objetos para el hogar, compuesto por diseñadoras industriales en colaboración con antropólogos y etnólogos, interpretes del idioma Tzotzil y alrededor de 200 artesanas chiapanecas. Su trabajo está colmado de color y sigue las tradiciones, folklore y tendencias de comunidades como Zinacantán, Pantelhó, San Juan Chamula, Nachig, San Andrés Larráinzar y Aldama, con quienes llevan a cabo técnicas tradicionales —telar de cintura, telar de pedal, bordados, brocados, puntos de cruz—, que se transforman en diseños ergonómicos, prácticos y modernos, elaborados con materiales naturales originales de la zona.
Un gran entusiasmo por el arte, el diseño y la belleza de los materiales naturales inspiró a Katrin Schikora y George Samuelson a crear Takto, una marca de interiorismo cuyos productos son hechos a mano en su totalidad en sus talleres en Mérida, así como en distintas comunidades del resto de Yucatán. Ángela Damman, socia y diseñadora de Takto, trabaja con artesanas de Euán, Chablekal y Telchac Pueblo desarrollando piezas tejidas con fibra de henequén y sansevieria (lengua de vaca), ambas plantas nativas de la península son muy importantes para sus habitantes gracias a su bagaje espiritual y propiedades físicas, haciendo las técnicas ancestrales de tejido e hilado muy valiosas para la región.
Taller Lu'um es un proyecto creativo, fundado en 2013 por Santiago Cosio Pando y Alan V. Favero —también director creativo de la marca—, enfocado en producir objetos de diseño interior, que trabaja para constituir un puente de colaboración-comunicación entre comunidades, tradiciones, identidades culturales y diseñadores; dirigiendo con este acto la mirada y práctica de jóvenes creativos hacia las técnicas artesanales desarrolladas en territorio nacional. Taller Lu'um trabaja con 11 comunidades de los estados de Oaxaca, Puebla, Hidalgo, Estado de México, Querétaro, Quintana Roo y Distrito Federal.
TALLER NU es una marca de moda que, a través de la experimentación con materiales y múltiples disciplinas, desarrolla productos con los que se puedan generar vínculos que trasciendan las dinámicas y ritmos que identifican a la moda rápida y al consumo masivo. Involucra, forma y crea una nueva sociedad de artesanos para inspirar un enfoque de diseño actual y crear productos exclusivos e innovadores. Su diversa red de producción incluye a maestros zapateros, a las Bordadoras de Chimalhuacán, Estado de México y a 38 internas del Centro de Readaptación Social Dr. Alfonso Quiroz Cuarón en Texcoco, Estado de México. TALLER NU surge en 2012 bajo la dirección de las diseñadoras Olga Olivares y Pilar Obeso.
Vianney Méndez es una marca de accesorios realizados a partir de técnicas artesanales oaxaqueñas, que busca el rescate y la difusión de las mismas a través de piezas poco convencionales. Creada por la diseñadora del mismo nombre, la marca colabora con comunidades de San Vicente Coatlán, San Antonio Arrazola, San Martín Tilcajete, San Pablo Villa de Mitla, Teotitlán del Valle, San Bartolo Coyotepec, Juchitán de Zaragoza y Oaxaca de Juárez. Además, para la confección de la joyería textil, se capacita y brinda una alternativa de empleo a amas de casa oaxaqueñas, entre las que destacan las artesanas Fabiola Rodríguez, Juana Martínez y la familia García Díaz liderada por Silvia Díaz.