El patrimonio cultural inmaterial reúne las diferentes expresiones y manifestaciones de la vida de los pueblos. Se transmite de generación en generación, depende de los portadores para su existencia y es fundamental para mantener la cohesión social entre los miembros del grupo.
LOS HOMBRES DE LOS PIES LIGEROS
A la llegada de los españoles, el actual estado de Chihuahua era ocupado por varios pueblos. Los tarahumaras habitaron la región este de la sierra; se dedicaban a la agricultura, a la caza y a la recolección.
Los tarahumaras se llaman a sí mismos rarámuri, nombre que significa “corredores a pie”, que proviene de las raíces rara (pie) y muri (correr).
Habitan la parte de la Sierra Madre Occidental que atraviesa el estado de Chihuahua y el suroeste de Durango y Sonora. Comparten el territorio con los tepehuanes, pimas, guarojíos y mestizos. De los grupos originarios es el más numeroso y ocupa un espacio más amplio, por lo que a su territorio se le denomina Sierra Tarahumara.
La Sierra Tarahumara está formada por elevadas montañas y profundas barrancas. Se le ha dividido geográficamente en Alta y Baja Tarahumara. Este grupo étnico vive de manera dispersa en rancherías y pueblos en los municipios de Guadalupe y Calvo, Morelos, Balleza, Guachochi, Batopilas, Urique, Guazapares, Moris, Uruachi, Chínipas, Maguarichi, Bocoy-na, Nonoava, Carichí, Ocampo, Guerrero y Temósachi.
La lengua tarahumara forma parte de la familia yuto azteca, que se extiende desde Utah en Estados Unidos hasta Centroamérica, y contiene una gran diversidad de lenguas, las cuales enfatizan los miles de años ocupados por los hablantes en el territorio.
|