San Miguel de Allende es famoso por su historia, por su encanto, por su clima templado, su colorido, el lugar donde se encuentra ubicado y, sobre todo, porque se ha convertido en un destino de lo más interesante para los visitantes, no sólo por su arquitectura y singularidad, también por su oferta cultural. No olvidemos que en los años cincuenta fue epicentro de escritores y artistas, e imán para miles de extranjeros de todo el mundo, que encontraron aquí su lugar de residencia.
El ambiente colonial, preservado de manera sorprendente, se debe a que en 1982 el centro fue declarado Zona de Monumentos Históricos, cosa que contribuyó a la restauración de los edificios y la preservación de su ambiente particular, tanto cálido e histórico como artístico.
Vestido y clima
San Miguel de Allende debe ser recorrida a pie, por lo que se recomienda llevar un calzado adecuado para recorrer sus calles de piedra y poder observarla con tranquilidad y a detalle.
Tiene un clima variable de mañanas frescas, tardes soleadas y noches relativamente más frías; así que lo conveniente es cargar con un suéter o abrigo ligero.
La temporada de lluvias dura de junio hasta mediados de octubre.
Hay transporte urbano de las 6 de la mañana a la 12 de la noche; y taxis disponibles las 24 horas. No son caros; la tarifa plana es de 30 pesos por viaje dentro de los límites de la ciudad. La tarifa nocturna y de los taxis de sitio es más cara.
Algunos sitios
En el Barrio del Chorro encontramos construcciones interesantes y jardines coloniales. Allí se refundó San Miguel en el siglo XVI, cuando la pequeña población fue incendiada por indios copuces.
Además, se debe visitar la Biblioteca Pública y la Parroquia de San Miguel Arcángel, famosa porque en el siglo XVIII fue ampliada a semejanza de las iglesias góticas de Europa.
Cerca de allí se encuentra la casa de Ignacio Allende, prócer de la Independencia. Una casa de piedra del siglo XVII de la que partió la primera avanzadilla independentista.
Son dignos de visitarse también el Jardín Principal, el Centro Cultural Ignacio Ramírez “El Nigromante”, el Instituto Allende, el Templo de San Francisco, el Oratorio de San Felipe Neri y la Iglesia de la Salud.
En el Andador Lucas Balderas, que abre todos los días, venden toda clase de artesanías en los puestos que se encuentran allí mismo y en el Mercado de Artesanías que se encuentra a su lado.
San Miguel de Allende, en el estado de Guanajuato, se ubica en un área relativamente plana rodeada de montañas a unos 3 mil metros sobre el nivel del mar.
Fue fundada en 1542 por el fraile Juan de San Miguel. En ese entonces se abastecía de un manantial cercano llamado Izquinapan, que significa "Río de Perros" y que hoy se conoce como Manantial del Chorro.
En 1555, ya refundada tras el incendio, se le dio el nombre de Villa de San Miguel el Grande. Fue hasta 1826, en honor al héroe de la independencia, que se le dio su nombre actual; ya que la ciudad fue escenario estelar de los acontecimientos independentistas de 1810.
En ese año, tras ser descubierta la conspiración de Querétaro contra el gobierno, Ignacio Pérez se dirige a San Miguel para alertar a los integrantes del movimiento que allí se encontraban. De ahí parte con Juan Aldama para dar aviso al Cura Hidalgo y a Ignacio Allende en Dolores.
Después de que Hidalgo diera su famoso Grito de Independencia, las fuerzas insurgentes se acuartelan en San Miguel el Grande, y es por eso que es conocida como “Fragua de la Independencia mexicana”, ya que como teniente principal de Hidalgo, Allende dirigió numerosas victorias.
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