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1985. Jornaleros del Soconusco en una finca cafetalera. Foto: Fabrizio León Diez.
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1984. San Juanico era el páramo de la desgracia el 19 de noviembre: sus calles quedaron sembradas de dolor y muerte. En el ambiente aún flotaba un fuerte olor a gas después del estruendo de las explosiones, “como de muchos jets” que despegaran al mismo tiempo, según relató un testigo. Foto: Fabrizio León Diez.
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1984. 22 de noviembre. En medio de la penumbra, tres días después, el pueblo de San Juan Ixhuatepec sepultó a 276 víctimas, en una zanja abierta con excavadora, en el panteón civil de la colonia Caracol, en Tlanepantla. Prácticamente, después del tremendo golpe emocional del día 19, ya no hubo lágrimas por los fallecidos, algunos de ellos calcinados e imposibles de reconocer. Foto: Fabrizio León Diez.
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1985. Represión policiaca a campesinos y maestros en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el 23 de julio. Los manifestantes exigían al gobierno del general Absalón Castellanos solución para los problemas agrarios del estado; la respuesta fue un feroz ataque que dejó un saldo de 60 heridos, entre ellos 39 estudiantes, 21 indígenas y un periodista. La agresión, justificaba el gobernador, fue “para garantizar la paz social y salvaguardar el orden público”. Foto: Fabrizio León Diez.
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1986. El eterno líder obrero Fidel Velázquez convocó a una Reunión Nacional Agropecuaria del Sector Social, en donde se discutirían los problemas que aquejaban a asalariados y labriegos, y la necesidad de proponer políticas para mejorar el nivel de vida de estos sectores de la población. El encuentro arrancó el 27 de noviembre y fue inaugurado por el presidente Miguel de la Madrid, quien escuchaba atento la exigencia de elevar a rango constitucional el derecho a la alimentación. En un sitio destacado, durante las sesiones en las que se analizaba cómo revertir el creciente empobrecimiento del sector obrero y campesino, el encargado de la Secretaría de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de Gortari, estaba flanqueado por el dirigente de la CTM y a la derecha por el secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Eduardo Pesqueira, bromista sempiterno, al que nunca le perdonó sus “travesuras” quien llegaría a ser presidente de la República. Foto: Fabrizio León Diez.
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1986. Los parroquianos del Salón Corona, en el Centro Histórico, seguían los movimientos de Hugo Sánchez en el momento de tirar un penal al final del partido contra Paraguay durante el mundial, el que estaba empatado 1-1 . El delantero se colocó en el manchón para cobrar la falta que daría la victoria a México, disparó... y el balón fue directo a las manos del guardameta Gato Fernández. Foto: Fabrizio León Diez.
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1987. En la telaraña de acero quedó el cuerpo de un albañil que cayó desde un andamio, en una construcción en la calle de Prado Norte, en las Lomas de Chapultepec. Foto: Fabrizio León Diez.
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1988. El candidato panista Manuel J. Clouthier en un insólito diálogo durante una gira de campaña, en la playa de Mocambo, en el puerto de Veracruz, durante la Semana Santa. Foto: Fabrizio León Diez.
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1988. Desde la tribuna de la Cámara de Diputados, Félix Salgado Macedonio, candidato a diputado del Frente Democrático Nacional por el estado de Guerrero, arrojó cientos de boletas electorales, algunas completas, otras mutiladas, otras ya casi vueltas ceniza, todas en favor de la oposición, como evidencia de las irregularidades cometidas en los sufragios de aquel año. Foto: Fabrizio León Diez.
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1992. Cuarenta años después de que B.B. King grabara su primer éxito, cuatro décadas después de haber anunciado remedios contra la acidez estomacal en la radio, a ocho lustros de que Sonny Boy Williamson le consiguiera empleo, le abriera las puertas del estrellato en Memphis y de que el guitarrista tomara el camino que lo llevó a convertirse en el blusero quizás más conocido del planeta, sí, 40 años después, estaba en México empuñando a la bella Lucille –su mítica lira–, para presentarse en el Auditorio Nacional el martes 7 y miércoles 8 de abril. En el festival México City Jazz Blues, el maestro del delta del Mississippi alternó con Chuck Berry y Ray Charles, en una sesión que a la distancia resulta ya legendaria. Foto: Fabrizio León Diez.
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1993. El miércoles 9 de junio, en Guatemala, fue capturado Joaquín Guzmán Loera, El Chapo; un día después fue presentado en el penal de alta seguridad de Almoloya de Juárez. Bajo la lluvia, tranquilo, el capo encaró a la prensa. “¿Es cierto que eres el rey de la coca?”, le preguntaron. Él lo negó: “soy comerciante y agricultor”, respondió. Posteriormente fue trasladado a la prisión de Puente Grande, en Jalisco, también de alta seguridad, de donde el 18 de enero de 2001 se fugó saliendo, precisamente, por la puerta, e iniciando un largo periplo que duró los sexenios de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón; incluso ocupó espacio en las páginas de la revista Forbes como uno de los hombres más acaudalados del planeta, hasta que el sábado 22 de febrero de este año fue aprehendido en Mazatlán, Sinaloa, en un operativo que ha despertado sospecha. Foto: Fabrizio León Diez.
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1995. Señoras y señores, con ustedes: ¡Sus Satánicas Majestades! Después de 30 años de ayuno, los Rolling Stones visitaron por segunda vez México, provocando verdadera euforia en los fanáticos que abarrotaron los cuatro conciertos que dieron en la Magdalena Mixhuca, en los que abundaron cincuentones pasando la estafeta a sus veinteañeros vástagos. Los que no consiguieron boleto inventaron inverosímiles localidades sobre puentes peatonales, techos de camiones o en las copas de los árboles aledaños, cualquier lugar desde el que pudiera atisbarse, aunque fuera en la lejanía, la desmesura atlética de Mick Jagger y la intensidad sagrada y llena de arrugas de Keith Richards. Foto: Fabrizio León Diez.
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1995. En el ex templo de San Lázaro, en medio del silencio aún se escuchan voces de otras épocas, porque ahí se agita el movimiento perpetuo del tiempo. De pronto, el polvoriento escenario ofrece infinitas posibilidades para que el capricho del azar y los hallazgos afortunados transmuten la fantasmagoría del abandono en carne, luz, sombra... belleza. Foto: Fabrizio León Diez.
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1995. En el ex templo de San Lázaro, en medio del silencio aún se escuchan voces de otras épocas, porque ahí se agita el movimiento perpetuo del tiempo. De pronto, el polvoriento escenario ofrece infinitas posibilidades para que el capricho del azar y los hallazgos afortunados transmuten la fantasmagoría del abandono en carne, luz, sombra... belleza. Foto: Fabrizio León Diez.
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1993. Muy temprano, el domingo 28 de noviembre, Carlos Salinas de Gortari marcó el número 241 de la red presidencial y citó con carácter urgente al líder de PRI, Fernando Ortiz Arana, eran las ocho de la mañana. A la reunión asistieron los dirigentes obrero y campesino del partido, Fidel Velázquez y Hugo Andrés Araujo, respectivamente, y unas horas más tarde, a las 10:36 se hizo pública la noticia: Luis Donaldo Colosio sería el candidato a la Presidencia; en la explanada de la Secretaría de Desarrollo Social, dependencia que encabezaba, recibía los parabienes del caso. Por la tarde, la sede del tricolor estaba lista para celebrar la designación del hombre que no llegaría a ver el final del proceso y que, con su muerte, daría lo que al parecer era el tiro de gracia al régimen priísta, el que renació de sus cenizas años después. Foto: Fabrizio León Diez.