René Avilés Fabila nació en la ciudad de México, obtuvo la licenciatura en Relaciones Internacionales en la UNAM e hizo estudios de posg
Publicado | 1995 |
Páginas | 209 pp. |
tiraje | 1000 ejemplares |
ISBN | 968-29-8271-5 968-29-8348-7 |
Los títulos se distribuyen en
Librerías Educal, consulta existencia.
Material de lo inmediato
René Avilés Fabila
En René Avilés Fabila habitan un número indeterminado de pasiones que luchan por prevalecer en un juego de responsabilidades y placeres, de ejercicios lúdicos, subversiones cotidianas y recompensas estéticas.
Es un adicto a la escritura como recreación y hurgamiento del mundo, a la crítica feroz de sistemas y estructuras mitológicas, a los efectos que la ironía y el sentido del humor tienen sobre los convencionalismos y las solemnidades.
Por vocación temprana la literatura ha sido su natural vehículo de expresión, catálogo desmesurado y metafórico de sus búsquedas, imaginería, aversiones y laberintos autobiográficos. En ese sentido, sus historias y personajes, concebidos a través de un diáfano estilo narrativo, forman parte ya de la vida de sus lectores.
Pero eso no le basta y ha tenido que recurrir al periodismo para desenfundar ese otro armamento suyo que es el de la reflexión intensa frente a los fugitivos, convulsos y engañosos fenómenos que conforman la cotidianidad mexicana. Son textos, reunidos en este volumen como Material de lo inmediato, publicados en las páginas de El Búho e incontables medios escritos, la bitácora de un intelectual empeñado en exhibir el avanzado estado de putrefacción de la política nacional y sus hombres, ajeno a las complacencias típicas del medio, los lenguajes crípticos y el oportunismo rampante.
Al mismo tiempo, este libro contiene el homenaje del autor a un número importante de personalidades de la cultura, de Borges a Luis Leal, de Defoe a Siqueiros, en un empeño por remontar las fronteras del olvido. Estos materiales constituyen una propuesta indecorosa que descifra, desolla, defiende, juega y escarba con el propósito de hacer que lo clandestino emerja, las corruptelas se exhiban, lo naco se inmole, lo cursi se autolacere, los mitos desciendan de sus pedestales y lo inmediato permanezca.
Jairo Calixto Albarrán