Muestran la importancia del jade en la época prehispánica, en el marco de la exposición Piedras del cielo
Comunicado No. 1301/2012
14 de junio de 2012
***En el Museo Nacional de Antropología, su directora, Diana Magaloni, dijo que se trata de fortalecer la exhibición con derrama de conocimiento

Como parte de la exposición Piedras del cielo. Civilizaciones del jade se realizan una serie de conferencias en el Museo Nacional de Antropología, sede de la muestra, este jueves 14 de junio.
Durante la presentación, la directora de dicho recinto, Diana Magaloni, señaló que la intención de esta serie de presentaciones científicas, es la de generar una interesante derrama de conocimiento en torno a la importancia ritual, simbólica y económica que tuvo dicho mineral en los pueblos mesoamericanos en la época prehispánica.
Detalló que a raíz de la investigación que se hizo para este proyecto, se establecieron algunos paralelos simbólicos entre dos culturas alejadas en el tiempo y la distancia, como lo son los chinos y los mexicas o mayas, para quienes el jade tenía una representación mítica, casi mágica.
De ninguna manera, puntualizó la también investigadora, se trata de establecer un paralelismo o relación entre ambos pueblos originarios, sino de resaltar la coincidencia entre ambos, para lo cual se ha trazado, como parte del contenido de la museografía de la exhibición, una línea de tiempo comparativa entre ambas culturas.
Así, se puede apreciar cómo fueron incorporando el uso de la piedra, en sus diferentes versiones: a la vida cotidiana, como herramienta, para la defensa, en ceremonias dedicada a sus deidades y como ornamento para distinguir a jerarcas y sacerdotes, entre otros.
Olaf Jaime Moreno participó con la ponencia titulada “El uso de la jadeíta y piedras verdes por los olmecas del sur de la costa del Golfo, desde el Formativo Temprano hasta el Proto-Clásico”, en la que destacó en principio cómo los pueblos mesoamericanos establecieron importantes relaciones económicas a partir de la necesidad de contar con jade para su uso.
De ahí que los vestigios más antiguos establecen que al igual que en China y Corea, los pueblos originarios de Mesoamérica, alrededor de 1500 años antes de Cristo, descubrieron el jade y, por sus características minerales, lo incorporaron como elemento fundamental en sus rituales y ceremonias.
En ese sentido, el antropólogo detalló que se trata de una roca de una gran densidad en su composición, pero que al mismo tiempo posee gran facilidad de ser tallada, lo que la convirtió en elemento fundamental para el desarrollo de los pueblos mesoamericanos, a partir del comercio entre los mayas y el resto de los habitantes del norte del continente.
De ahí que los estudios de datación realizados en vestigios encontrados tanto en asentamientos olmecas como mexicas o de zonas como la mixe-zoque –que se extendió en la época prehispáncia desde lo que hoy conocemos como Chiapas y toda la región costera del Golfo de México– establezcan una relación temporal coincidente en el desarrollo de los habitantes de dichos pueblos.
Asimismo, Moreno dijo que los principales yacimientos de jade se encuentran en la actual Guatemala, donde se tiene registrado uno en particular, que se extiende a lo largo de 300 kilómetros cuadrados. En México se tienen reportes de otros, pero no de esa superficie, en entidades como Puebla e incluso hacia algunas regiones del norte.
De esta manera, el especialista estableció un paralelismo entre el uso que le dieron los pueblos prehispánicos al jade y el que tiene en la actualidad, con un sentido más de ornamento y comercial, lo cual ocurre tanto en América como en Asia y le otorga vigencia en la sociedad a esta piedra, cuya belleza ha sido apreciada a lo largo de los siglos.
Incluso, al jade se le atribuyen características mágicas que en el contexto de los rituales seguidos en la época prehispánica tenían un sentido distinto al actual, pues se sabe por investigaciones que se fabricaban hachas y cuchillos que formaban parte de sus ceremonias, además de formar parte de los atuendos de gobernantes y sacerdotes.
“Pero también existen vestigios que asocian a este mineral con ciertos poderes mágicos, algunos de ellos curativos. En lo particular, en un conocimiento adquirido de manera empírica, he probado en mi propio cuerpo sus beneficios, pues hace casi dos décadas, durante un trabajo de exploración de campo, sufrí un grave accidente que me hizo entrar en coma.
“Mis compañeros, preocupados porque no podía salir de ese transe, tomaron la decisión de ungirme con jade todo el cuerpo, como se sabe que hacían los antiguos pueblos mayas, claro, sin seguir ningún tipo de ritual. El resultado es fácilmente comprobable, pues ahora estoy aquí frente a ustedes… así que en lo particular puede atestiguar una característica más a esta piedra”.
La exposición Piedras del cielo. Civilizaciones del jade se presenta en el Museo Nacional de Antropología. Para consultar las actividades que se realicen en torno a ella, se puede consultar la página www.mna.inah.gob.mx