Recibe Arvo Pärt homenaje en el Palacio de Bellas Artes

  • Música
Información: CGP
Comunicado No. 2256/2012
21 de octubre de 2012

***El compositor estonio provocó la ovación de los asistentes al recinto del Conaculta

El público que abarrotó la sala principal del Palacio de Bellas Artes la noche de ayer sábado 20 de octubre se puso de pie para aplaudir durante varios minutos al compositor estonio Arvo Pärt, luego de recibir un homenaje a través de la interpretación de algunas de sus obras a cargo de la Orquesta de Cámara de Tallin, acompañada por el Coro de Cámara Filarmónico de Estonia.

Considerado el más grande compositor vivo, Pärt pisó el escenario del recinto de mármol para recibir un reconocimiento de manos del subdirector del INBA, Sergio Ramírez Cárdenas, y un ramo de flores que elevó por lo alto en un gesto de agradecimiento, mientras sonreía.

Con el mismo programa del concierto ofrecido el pasado viernes en el Teatro Juárez de Guanajuato, en el marco del 40 Festival Internacional Cervantino, la audiencia capitalina disfrutó de las piezas Fratres, Lamento de Adán, Salve Regina y Te Deum.

La selección, dirigida bajo la batuta de Tóno Kaljuste, permitió apreciar su primer y segundo periodo compositivo, éste último caracterizado por sus trabajos corales.

Antes de que iniciara la presentación, Pärt intentó ocupar de manera discreta uno de los palcos de la sala, sin embargo, los asistentes pronto se percataron de su presencia, por lo que fue ovacionado y elogiado por decenas de personas.

La obra más celebrada de la noche fue Cantus a la memoria de Benjamín Britten para orquesta de cuerdas y campanas, pieza que incluso ha formado parte de bandas sonoras de cintas como Japón de Carlos Reygadas.

También destacó Virgencita, creada este año por Arvo Pärt a partir de la alegría e ilusión de su viaje a México. Este tema fue interpretado a capella por el Coro de Cámara Filarmónico de Estonia.

Por último, fuera del programa y con la presencia del compositor, quien se colocó a un lado de los músicos, se ejecutó una íntima y breve canción de cuna.

Gracias a los elementos contemplativos, religiosos y místicos detrás de sus composiciones, el pionero del estilo “minimalismo sacro”, atrajo y conmovió a quienes tuvieron la fortuna de escuchar su música.

Fue así como mediante la genialidad de sus creaciones, Arvo Pärt tocó el alma y el espíritu de cientos de seguidores mexicanos que no dejaron de reconocer  su talento y sensibilidad.