Enrique Florescano presentó su libro La función social de la historia

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Información: HBL
Comunicado No. 2051/2012
26 de septiembre de 2012

***A través de esta nueva publicación, el autor ofrece un examen de diversas corrientes del pensamiento, el papel del historiador y otros temas

***En el Centro Cultural Bella Época, historiadores y académicos comentaron la obra editada por el FCE

En una velada donde se puso de manifiesto la importancia de regresar a la historia para comprender muchas de las estructuras y mitos del presente, Enrique Florescano presentó el libro La función social de la historia, editado por el Fondo de Cultura Económica.

En el cine Lido del Centro Cultural Bella Época, donde el público ocupó incluso los corredores y pasillos, el historiador estuvo acompañado por Carlos Marichal, Clara García, Javier Garcíadiego, Lorenzo Meyer, con la moderación de  Juan Carlos Rodríguez.

Marichal afirmó que Florescano es uno de los investigadores más prolíficos e inquietos del panorama actual, dejando en este libro muestra de su gran amenidad y capacidad para atrapar al lector abordando el significado de la historia para los vivos.

"Deja ver sus querencias por el siglo XVIII y sus autores, regresando a un territorio que él ama profundamente y que ha dejado de manifiesto en su vasta obra sobre la Nueva España".

Mencionó que en este libro reclama un regreso al pasado al reflexionar sobre los grandes historiadores de la humanidad, yendo de Homero al Renacimiento, así como por la obra de algunos de los historiadores más prominentes de los últimos 200 años".

"Menciona la historia que se vincula con el mito y de las naciones que tocan los tambores patrióticos, sin duda una obra importante y fundamental que aporta mucho a la reflexión sobre el pasado y el presente".

Por su parte, la historiadora Clara García afirmó que este libro analiza los efectos de la historia hacia el futuro, mostrando que este concepto captura lo irrepetible, porque nada es eterno.

"La función moral de la historia y como fuente de arquetipos, así como formadora del bien común, son algunos de los temas que se abordan en este libro, además de ocuparse de fenómenos como el de la transmisión de la historia oral, que al pasar a la escrita, marginó a muchos pueblos".

La académica, dijo que Florescano, se ocupa también del canon mexicano cíclico, mostrando que la historia es paradigmática, teniendo un mapa que se reelabora una y otra vez con base en arquetipos.

"Son ensayos interpretativos que hacen de este libro una elegante suma histórica portátil que las nuevas generaciones deben hacer suya".

Javier Garcíadiego aseguró que Florescano reescribe con frecuencia sus propias investigaciones, siendo este libro una obra obligada para todo estudiante de historia.

"Es un historiador plenamente actualizado y eso queda de manifiesto en esta obra, mostrando que para él la historia es una indagatoria social, reflexionando sobre su naturaleza y función, sin ceñirse a ninguna escuela".

Garcíadiego mencionó que Florescano muestra para la historia varias funciones en este libro, entre ellas el legitimar el poder, pero también la oposición, además de crear pertenencia y cohesión a los ciudadanos.

"Algo muy interesante es que menciona que la historia nos ayuda a ser demócratas porque es un oficio de comprensión y nos hace conscientes de lo transitorios que somos como seres humanos".

A su vez, Lorenzo Mayer, señaló que en este libro hay reflexiones medulares de historiadores clásicos y contemporáneos, llegando a la conclusión de que la obra del historiador es crear un medio de educación política.

"Sin embargo, la historia puede ser manipulada y servir como un instrumento para justificar dictaduras, a la vez que súbditos en vez de ciudadanos. En este oficio de dar sentido al pasado, nadie puede entonces tener neutralidad, pues con su obra esta tomando partido".

Dijo que en el quehacer histórico queda de manifiesto que es tan importante lo que se dice, como aquello que se sabe pero que no se dice.

"Este libro es una manera de entrar en el dilema moral y político del historiador, quien a menudo se enfrenta al dilema sobre si hacer partícipes a las nuevas generaciones de pasajes sumamente violentos de sus naciones".

Finalmente, Enrique Florescano, confesó que este libro representa una inquisición personal y tratar de explicarse por qué un individuo como el historiador dedica tantos años a tratar de explicarse la impronta del pasado en el presente.

"No es un libro para los dedicados a estudiar únicamente la disciplina de la historia, sino las diversas corrientes del pensamiento que han adoptado los pueblos. También me ocupo del mito y el rito en el entendimiento del pasado y del redescubrimiento de la historia oral".

Dijo que hoy sabemos cómo los pueblos antiguos y modernos forjaron sus lazos de identidad, oponiéndose incluso a la influencia de poderosas y destructoras fuerzas imperialistas.

"Una de las partes finales enumera los desafíos del historiador, como el ser testigos impotentes de una valoración de lo cuantitativo sobre lo cualitativo en nuestra historia, así como la reducción de la enseñanza del pasado, vivimos un presentismo globalizado, siendo la historia un oficio que está perdiendo su poder como ciencia de la diferencia".

El autor finalmente agregó: "El repaso que hago de las funciones sociales del historiador menciona que su oficio es parte del almacén de la memoria colectiva, dotando a los ciudadanos los medios para ejercer su propia visión sobre el presente, es decir, la historia tiene una responsabilidad moral con el pasado, ayudando a los muertos a hablar con los vivos".