Con un festín de música rusa, la Orquesta del Teatro Mariinsky conquistó al Palacio de Bellas Artes 02/marzo/2016 00:00 Música En su primer concierto en México Una ovación de pie logró la Orquesta del Teatro Mariinsky en el primero de los cuatro conciertos que la agrupación ofrece en nuestro país. Tras dos horas de música rusa, ejecutada con gran maestría y bajo la batuta de Elim Chan, sonoros aplausos de los asistentes, los cuales se prolongaron por varios minutos, inundaron el Palacio de Bellas Artes. La directora invitada, Elim Chan, regresó al escenario. “Muchas gracias, ¿una más?â€, dijo en español, a lo que el público respondió con un fuerte y contundente ¡sí! El encore simplemente conquistó a los asistentes, pues se trató del Huapango del compositor mexicano José Pablo Moncayo. Parte de la comunidad rusa que vive en nuestro país se dio cita en el recital de la Orquesta Mariinsky que por primera vez visita suelo mexicano. El repertorio abrió con Obertura festiva, op. 96, de Dmitri Shostakóvich, pieza espectacular de tonos festivos que sirvió para ambientar la grandeza de los compositores rusos. El concierto continuó con Rapsodia sobre un tema de Paganini op. 43, de Sergéi Rajmáninov, donde la Orquesta Mariinsky contó con la presencia de Behzod Abduraimov en el piano. Una suave melodía, de notas tranquilas que se tornaban dramáticas y que exigía un gran virtuosismo en el piano. Después, también de Sergéi Rajmáninov, los asistentes disfrutaron de la Sinfonía No. 2 en re menor op. 27 y sus cuatro movimientos. Espectacular pieza cargada de emotividad, donde tonos lúgubres daban paso a notas de gran melancolía, para luego sonar dramáticas y a la vez festivas. Una ovación de pie logró la Orquesta del Teatro Mariinsky en el primero de los cuatro conciertos que la agrupación ofrece en nuestro país. Tras dos horas de música rusa, ejecutada con gran maestría y bajo la batuta de Elim Chan, sonoros aplausos de los asistentes, los cuales se prolongaron por varios minutos, inundaron el Palacio de Bellas Artes. La directora invitada, Elim Chan, regresó al escenario. "Muchas gracias, ¿una más?", dijo en español, a lo que el público respondió con un fuerte y contundente ¡sí! El encore simplemente conquistó a los asistentes, pues se trató del Huapango del compositor mexicano José Pablo Moncayo. Parte de la comunidad rusa que vive en nuestro país se dio cita en el recital de la Orquesta Mariinsky que por primera vez visita suelo mexicano. El repertorio abrió con Obertura festiva, op. 96, de Dmitri Shostakóvich, pieza espectacular de tonos festivos que sirvió para ambientar la grandeza de los compositores rusos. El concierto continuó con Rapsodia sobre un tema de Paganini op. 43, de Sergéi Rajmáninov, donde la Orquesta Mariinsky contó con la presencia de Behzod Abduraimov en el piano. Una suave melodía, de notas tranquilas que se tornaban dramáticas y que exigía un gran virtuosismo en el piano. Después, también de Sergéi Rajmáninov, los asistentes disfrutaron de la Sinfonía No. 2 en re menor op. 27 y sus cuatro movimientos. Espectacular pieza cargada de emotividad, donde tonos lúgubres daban paso a notas de gran melancolía, para luego sonar dramáticas y a la vez festivas. En este primer concierto la Orquesta Mariinsky estuvo bajo la batuta de Elim Chan, quien fungió como directora invitada. Originaria de Hong Kong, la joven dio muestras de su talento en la dirección, con movimientos suaves, a veces frenéticos, según la intensidad de la pieza, pero siempre contundentes y precisos. Tras dos horas de recital con música rusa y el encore de tintes mexicanos, la emoción se desbordó. El público aún tendrá oportunidad de escuchar a la Orquesta Mariinsky, la cual ofrecerá tres conciertos más en el Palacio de Bellas Artes y el Auditorio Nacional. Este miércoles el programa que se presentará en el recinto de mármol estará integrado por la obertura de La gran Pascua rusa, de Nikolái Rimski-Kórsakov; el Concierto para piano No. 2, de Sergei Rajmaninov y la Sinfonía núm. 5 de Dmitri Shostakóvich, nuevamente bajo la batuta de Elim Chan. También en el Palacio de Bellas Artes, el día jueves la Orquesta Mariinsky interpretará obras de Sergéi Prokófiev, como la Sinfonía No. 1 en re mayor op. 25, Clásica; la Sinfonía concertante para violonchelo y orquesta en mi menor op. 125 y la Sinfonía No. 5 en si bemol mayor op. 100, con la dirección de Valeri Gergiev e Ivan Karizna en el violonchelo. La última fecha será el 4 de marzo en el Auditorio Nacional, donde la agrupación rusa, bajo la batuta de Valery Gergiev y Sergei Redkin, como solista, ofrecerá un programa con piezas de Aleksandr Borodín, Piotr Ilich Chaikovski e Ígor Stravinski.