Un modernizado Museo Nacional de las Intervenciones amplia su discurso sobre episodios cruciales en la historia de Mxico 28/marzo/2012 00:00 Museos, galeras y arquitectura Una actualización en la presentación de sus acervos, al tiempo de ofrecer mayor y más detallada información acerca de los personajes que participaron en las guerras invasoras que ha sufrido el país a lo largo de los siglos, es lo que hoy ofrece como novedad el Museo Nacional de las Intervenciones. Conaculta, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia, realizó los trabajos correspondientes a este proyecto, que incluyeron desde nuevos recursos para comunicar el contenido del acervo, hasta el remozamiento de pisos y paredes de las salas en las que se encuentran las piezas bajo su custodia. Enriqueta Cabrera, directora del Museo, detalló que el ex convento de Churubusco, donde se encuentra instalado este espacio, cuenta ahora con doce renovadas salas las cuales inician con objetos, pinturas e información sobre el proceso de Conquista de los españoles. Otro de los espacios que destaca es la sala dedicada a la intervención estadounidense, ocurrida entre los años de 1846 a 1848, cuyas piezas son presentadas de manera convencional –en vitrinas-, así como en pantallas interactivas, videos y maquetas. El acervo bajo custodia del Museo Nacional de las Intervenciones reúne casi dos mil piezas, entre las que se encuentra fotografías –algunas de ellas en daguerrotipo-, pinturas al óleo de los militares involucrados en las guerras intervencionistas que ha sufrido el país, tanto de lado invasor como del mexicano, así como armas, pertrechos militares y objetos personales de la época. Cabrera explicó que aproximadamente el 30% de esas obras se encuentra en salas, por lo que con esta nueva museografía el recinto busca lograr que un público cada vez más amplio se acerque a conocer esta parte del pasado bélico del país, al tiempo de disfrutar de un discurso contemporáneo en la manera en que se presentan los contenidos del lugar. Destacó que en el edificio, la parte alta, correspondiente al primer piso, es donde se encuentran distribuidas las doce salas de exhibición, mientras que la planta baja está dedicada a presentar una reproducción de la vida conventual en México durante el siglo XIX. De esta manera, destacó la directora del museo, el público podrá conocer una parte del pasado del país que si bien “está llena de conflicto, provocado por las razones y las causas de las guerras de intervención, son periodos poco difundidos en cuanto a los detalles que hay detrás de esas situaciones. “Así que con este nuevo discurso museográfico hemos puesto énfasis en el contexto en el que se dieron esos enfrentamientos militares, para así dejar en plena libertad al visitante para que descubra a partir de ese conocimiento, la vigencia e importancia actual de esas intervenciones extranjeras”. Unas de las primeras acciones generadas por esta nueva etapa del museo es la edición del libro Las litografías de Karl Nebel. Versión estética de la invasión norteamericana, 1846-1848, en la cual el historiador José Luis Juárez López presenta, además de las imágenes, un ensayo sobre el momento histórico en el que se encontraba México en ese momento. Cabrera consideró que este texto se convertirá en poco tiempo en una obra obligada de consulta para estudiantes de nivel secundaria y preparatoria, pues contiene información detallada sobre este conflicto entre ambos países.