Bala mordida, cinta que retrata la vida cotidiana de la polica en el Distrito Federal 23/mayo/2011 00:00 Cine y artes audiovisuales En la cinta Bala mordida un policía, interpretado por Miguel Rodarte, escala en el sistema de corrupción de su corporación guiado por su capitán, encarnado por Damián Alcázar, quien lo convierte en su brazo derecho y lo comisiona para atender sus numerosos negocios. Después de ser herido a causa de un chaleco antibalas defectuoso, el policía es ascendido y se encarga de cobrar las cuotas a los pequeños comerciantes, extorsionar a transeúntes en los llamados cruceros privilegiados, además de estar involucrado en la compraventa de estupefacientes. El director Diego Muñoz afirmó que cuidó mucho de no retratar una realidad textual, sino una adaptación de los acontecimientos que a menudo ocurren en la policía, no sólo de México sino de otras partes del mundo. “Hay toda una problemática en torno a nuestras cuerpos policiacos, sin embargo es necesario conocer su realidad, así como la psicología de los mexicanos y su entorno cultural, antes de lanzar tesis aventuradas”, afirmó el cineasta, quien presentó ante los medios de comunicación la cinta Bala mordida, donde se retrata la vida cotidiana de la policía en el Distrito Federal. “En primer lugar, no utilizamos uniformes verdaderos, tampoco insignias u otros elementos que denigraran a la policía, de hecho, la colonia donde se encuentra la central, no existe, le pusimos Ixtacalco, con equis, para que nadie se ofendiera”. Mencionó que en su investigación de varios años, llegó a la conclusión de que el policía es una figura muy marginada y atacada por nuestra sociedad, además de servidores públicos que tienen sueldos muy bajos, equipos y entrenamiento que a menudo resultan inadecuados para combatir al crimen. “Los mexicanos tenemos a los policías que nos merecemos. En realidad esperamos mucho de estos servidores públicos que a menudo se enfrentan a muchos problemas para sacar adelante su labor. Nadie se pone a pensar en quién cuida a los derechos de los policías, los cuales no tienen una buena remuneración, incluso a menudo no tienen prestaciones o dónde ir al baño durante sus rondas”. La película Bala mordida, proyectada en la Sala 2, Salvador Toscano, de la Cineteca Nacional, contó con el apoyo de Conaculta Cine a través del Instituto Mexicano de Cinematografía, y Foprocine y está estelarizada por Damián Alcázar, Miguel Rodarte, Gustavo Sánchez Parra, Flor Payán, Andrés Montiel y Mariana Gajá, entre otros. “Se trata de un proyecto que tardó más de 10 años en concretarse. Recuerdo cuando terminé de escribir el guión, me encontré con muchos problemas para lograr el financiamiento, se trataba de otro México, de otra realidad, en cierta forma, el tema resultaba escabroso para los productores y las distribuidoras”. Aseguró que en el proceso de escribir el guión se encontró con toda clase de casos e incluso de personalidades entre los policías capitalinos y de otros estados de la República. “Muchas personas no me creen cuando les digo que encontré a policías excepcionales, honrados y de una conducta intachable en corporaciones de Monterrey, Guanajuato y Guadalajara, creo que en cierta forma, lo que trata de rescatar esta película es que la realidad urbana que vivimos en el Distrito Federal es en realidad una burbuja”. Gustavo Sánchez Parra, quien en la cinta interpreta a un policía que se harta de los malos manejos de la corporación y decide ser trasladado al cuerpo de policías montados que operan en la zona turística de la Alameda, recordó que el equipo de actores vio numerosos noticieros, documentales y charló con policías acerca de su labor. Miguel Rodarte incluso se subió las patrullas y realizó varias rondas con los policías, quienes le confiaron muchas las claves que usan entre ellos, así como sus problemas”. El actor Andrés Montiel indicó que personificar durante varios meses a un policía resultó un verdadero reto como actor, pues sintió en carne propia la forma como estos elementos son mal vistos diariamente por nuestra sociedad. “Para algunas secuencias tuvimos que vestir el uniforme, bajarnos de la patrulla en avenidas muy concurridas, mientras la gente nos lanzaba miradas muy feas, algunos no se daban cuenta de que estábamos filmando una película. Realmente sentimos lo que viven estos elementos públicos diariamente en su relación con la ciudadanía”. Diego Muñoz relató que aunque no se enfrentó a una censura directa si encontró algunos problemas para la distribución de la película, además de sugerencias para que le cambiara el título. “Nos encontramos con una distribuidora que incluso se echó para atrás en el último momento por considerar que el tema era bastante fuerte, sin embargo estamos convencidos de que la película no es un espejo exacto de lo que pasa en el país, es en realidad una historia muy fresa, porque no existe una violencia al nivel de la que estamos viviendo”. El cineasta anunció que la cinta será estrenada con 30 copias y lanzó un llamado al público mexicano a apoyar la película en las salas de cine, antes que comprar algún DVD pirata. “Sólo en esa forma podrá sobrevivir nuestra industria, con la solidaridad de toda la gente. El estrenar con 30 copias es un sueño hecho realidad después de casi 10 años. Estrenamos a la par que Piratas del Caribe 4, pero estamos seguros que el público nos va a apoyar, porque se trata de una historia acerca de su realidad”, concluyó Diego Muñoz.