“El estreno en México de La vida loca, un homenaje a Christian Poveda, cineasta asesinado en El Salvador”

  • Cine y artes audiovisuales
Información: HBL
Comunicado No. 1511/2010
30 de septiembre de 2010

***El productor del documental sobre la Mara Salvatrucha, Gustavo Ángel, celebró el apoyo de Conaculta Canal 22 y Estudios Churubusco para el estreno de este filme el próximo 1 de octubre

En opinión de Gustavo Ángel, productor del filme La vida loca, del director Christian Poveda, asesinado en El Salvador, el fenómeno de la Mara Salvatrucha que ha crecido en esta región de Latinoamérica es muestra de la desintegración familiar y la falta de oportunidades que azota a nuestras sociedades a finales de la primera década del siglo XXI.

      Después de la proyección del filme  aclamado a nivel internacional, Gustavo Ángel comentó en entrevista que el estreno en México con el apoyo de Conaculta Canal 22 y Estudios Churubusco, significa un importante homenaje a la memoria de Christian Poveda, quien murió asesinado a balazos el 2 de septiembre de 2009 en la localidad salvadoreña de Tonacatepeque.

      “Estaba realizando un reportaje para una televisora extranjera nuevamente sobre los maras, quienes ya habían tenido contacto con él por el documental. Algunos opinan que su muerte se debió a que tenía ya demasiada información acerca de ese núcleo”, refirió Gustavo Ángel.

      Desde 2004, Christian Poveda se adentró en el círculo íntimo de las dos principales pandillas salvadoreñas, la Mara Salvatrucha y la Mara 18, clanes que están en constante guerra y cuyos miembros son muertos a cualquier hora y lugar sin más motivo que el de pertenecer al bando contrario.

      “Es un problema que, como dije, tiene sus principales causas en la disolución del núcleo familiar, actualmente hay más de 14 mil miembros de este ghetto, quienes exhiben tatuajes y usan diversas señas y caló. Los miembros nuevos encuentran con ellos una comunidad y una familia que sustituye a la propia”, dijo Gustavo Ángel.

      En febrero de 2009, sólo siete meses antes de la muerte de su director, el documental fue estrenado en México dentro de la Gira Ambulante, donde recibió los elogios del público, Gustavo Ángel espera que su próximo estreno a partir del 1 de octubre, signifique un éxito similar y que se convierta en una ventana para que el público conozca otra realidad.

      Afirmó que las principales imágenes que captó Poveda pertenecen a una célula de la gigantesca organización de los Maras, la Clica 18 de la Campanera, compuesta por adolescentes y jóvenes adultos con edades que oscilan entre los 16 y los 18 años.

      Los asistentes a la proyección fueron sorprendidos por la desgarradora realidad que viven muchos miembros, quienes a menudo eran entrevistados por Poveda y días después el mismo director y camarógrafo filmaba sus cadáveres baleados en alguna calle.

      “Christian Poveda fue uno de los directores que más se arriesgó por retratar la verdad. Convivió con la Clica 18 por más de 16 meses, ganándose su confianza, comprendiendo sus rituales, sus motivaciones. Cada uno de los testimonios que el público podrá ver en el documental es auténtico y absolutamente honesto, mostrando a una sociedad atrapada por la falta de oportunidades y por la pobreza extrema”, describió el productor.

      Mientras mira con tristeza hacia los edificios que conforman el complejo de los Estudios Churubusco, donde fue realizada la función privada, Gustavo Ángel afirmó que este filme representa el legado de Christian Poveda para la sociedad de Latinoamérica.

      “Fue un cineasta muy comprometido con las causas sociales, durante 25 años retrató en países africanos e iberoamericanos las condiciones en las que viven los habitantes de zonas marginadas. Sus últimos tres años de vida los pasó en El Salvador filmando este documental que se convirtió en su obra póstuma”, consideró Gustavo Ángel.

      En el filme hay un constante efecto de sonido que simula los disparos de una pistola y que marcan en numerosas secuencias la transición entre quienes son entrevistados y comparten sus ideas acerca de la Mara, con su posterior asesinato. En una de las escenas más desgarradoras, una joven mujer comparte su deseo de salirse de ese núcleo, sólo para terminar con la misma suerte que otros compañeros.

      “Es un filme que invita a reflexionar sobre la realidad de nuestros países, donde muchas veces la violencia generada por la pobreza se combate con más violencia, es un hecho que esa no es la solución y de ahí nuestro interés por mostrar sus consecuencias”, concluyó Gustavo Ángel.