Necesario reconocer a quienes pertenecen al mundo cinematográfico, aunque no directamente a su factura: Jorge Ayala Blanco
02 de mayo de 2011
***El crítico, investigador y decano, recibirá la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico

El panorama de la crítica cinematográfica ha cambiado, opina Jorge Ayala Blanco, quien está convencido que aquella tradición de la crítica rígida y alambicada que se limitaba a contar la película, o aquel cuatachismo periodístico que llenaba de piropos a la película del compadre cineasta en turno, han comenzado a perecer ante una clara ruptura intelectual.
El decano de varias generaciones de cineastas del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, el arqueólogo de películas perdidas a través de 27 libros publicados, el llamado baby boomer de la crítica ácida, se toma con calma el reconocimiento que la comunidad cinematográfica le rendirá con la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico.
“Me alegra que la fundamentación que se dio este año para otorgar la medalla es completamente inusual, se me entrega por mis aportaciones al estudio del cine en México. Es la primera vez que se hace de esta forma, si se toma en cuenta a otros críticos cinematográficos que la recibieron, en 1996, Emilio García Riera, y en 1998, Tomás Pérez Turrent, lo curioso es que a ambos se les otorgó como guionistas, no por sus aportaciones al estudio del cine”.
En opinión del investigador y crítico cinematográfico, esta postura significa una apertura al reconocer a una persona que no pertenece a la industria cinematográfica directamente.
“Me parece un claro e importante mensaje de que la medalla es hoy un reconocimiento más allá de si se hace o no se hace cine, se está dando, como en mi caso, a alguien que nunca ha hecho una película directamente, eso me parece digno de aplauso”.
Ayala Blanco confesó que en sus críticas ha estado presente siempre la idea de la recreación, tratando de que cada texto se convierta en una extensión del placer de ver una buena película. “Siempre he tratado de practicar la crítica de cine como un arte en sí mismo, es decir de una manera ensayística y literaria”.
Afirmó que hoy la crítica cinematográfica busca ir más allá del mero argumento o de ubicar la reflexión acerca del cine como un mero entretenimiento o espectáculo.
“Hay una tendencia sana de penetrar en el sentido de una película, desmontando los mecanismos, así como los discursos temáticos y estéticos, todo ello contribuye a reforzar el establecimiento de una percepción del cine como obra de arte”.
Con respecto a la presencia del crítico independiente como una figura incómoda para la industria cinematográfica, aquel que no sirve como un pieza más en el engranaje publicitario de una película, Jorge Ayala Blanco, quien incluso ha sido demandado por “daño patrimonial” a raíz de sus críticas, dijo que hoy se respetan muchas posturas.
“En los años sesenta y principios de los setenta, la mediatización de un crítica oficial cinematográfica provocó que se desconfiara muchísimo de este oficio, como dije, imperaba la idea del cuatachismo y de promover a los amigos cineastas a través de los textos, además de las posturas frívolas que miraban a la crítica como una mera crónica de estrellas y para desglosar la ficha técnica de una cinta“.
En este sentido, celebró que al transitar hacia la segunda década del siglo XXI, se haya establecido para la crítica cinematográfica un respeto y una tradición que la ubican como una forma de acercamiento cultural con el cine.
“Creo que se han abierto muchas puertas, en mi caso, el simple hecho de que haya podido publicar más de 27 libros de crítica cinematográfica, me dicen que hay un interés constante del público por conocer más acerca de las entrañas del significado del cine, más que de su forma”.
En este sentido, confesó que actualmente tiene cuatro libros listos en la imprenta, tres en proceso de investigación, y uno más en busca de editorial.
“Creo que todavía tengo cuerda para rato, lo importante es mantenerse activo y buscar nuevos temas, a mí en lo personal me interesa ahora más ocuparme de ese cine independiente que se está produciendo en todo el país, de los cineastas sin recursos que levantan sus obras sin apoyos y sin presupuestos millonarios”.
Jorge Ayala Blanco refirió que con los reconocimientos siempre existe una cierta reserva, porque hay una idea de que los premios son para bien morir.
“Ferdinand Celine afirmaba que sólo se premia a la carroña, también hay quienes aseguran que los premios llegan cuando ya eres un viejito castrado, en mi caso, creo que esta medalla sí guarda un significado, porque abre la posibilidad de que otro tipo de personas que pertenecen al mundo cinematográfico, pero no directamente a su factura, sean reconocidas”.
Y agregó: "Creo que es importante el precedente que se establece este año con la medalla, que debe servir para que investigadores de la categoría de Perla Ciuk o Federico Dávalos, puedan recibirlo, además de todos aquellos críticos que han practicado este oficio como un arte, entre ellos Carlos Bonfil, Rafael Aviña o Gustavo García, hay una caudal de excelentes especialistas que están en activo y debemos congratularnos por ello”, concluyó Jorge Ayala Blanco.
(Con información de Notimex/HBL)