Rinden homenaje a la escultora Ángela Gurría

Arturo López
Por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, Ángela Gurría Davó recibió un reconocimiento por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Arturo López
Por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, Ángela Gurría Davó recibió un reconocimiento por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
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Por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, Ángela Gurría Davó recibió un reconocimiento por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
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Por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, Ángela Gurría Davó recibió un reconocimiento por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
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Por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, Ángela Gurría Davó recibió un reconocimiento por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Arturo López
Por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, Ángela Gurría Davó recibió un reconocimiento por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Arturo López
Por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, Ángela Gurría Davó recibió un reconocimiento por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Arturo López
Por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, Ángela Gurría Davó recibió un reconocimiento por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Arturo López
Por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, Ángela Gurría Davó recibió un reconocimiento por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
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Por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, Ángela Gurría Davó recibió un reconocimiento por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
  • Artes plásticas y fotografía
Información: RGT
Comunicado No. 1679/2010
23 de octubre de 2010

***Conaculta e INBA le entregaron un reconocimiento en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes por su fructífera trayectoria

Por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, Ángela Gurría Davó recibió un reconocimiento por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.

     En el acto celebrado en la Sala Manuel M. Ponce, la directora general del INBA, Teresa Vicencio Álvarez, expresó que Ángela Gurría, “es una artista que nos ha enriquecido con su expresión artística, pero sobre todo también con una riqueza espiritual que ha llenado nuestro país y que ha llenado también en distintos momentos de una esperanza y de una trascendencia que muchísimo nos enriquece”.

     “Tengo 60 años de trabajar, lo voy a seguir haciendo hasta que Dios quiera y gozo mucho mi trabajo, eso es algo que me llena, lo que me da una razón, tengo las manos ocupadas, dijo Ángela Gurría en un video que fue transmitido al inicio del homenaje.

     Con 81 años de edad y considerada una de las escultoras mexicanas más prolíficas, la escultora señaló: “Soy una fan absoluta y enloquecida por mi patria, no le digo país porque lo más cercano a mi afecto es decirle patria”.

     Magdalena Zavala, coordinadora Nacional de Artes Plásticas del INBA, fungió como moderadora de la mesa en la que participaron como ponentes Jorge Carpizo McGregor, doctor en derecho, ex rector de la UNAM e investigador emérito de esa institución universitaria,  y el destacado arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, autor de construcciones como el Museo Nacional de Antropología.

     También hicieron uso de la palabra el arquitecto Antonio Espinoza, amigo muy cercano de la escultora y promotor del homenaje; y Enrique Franco, director del Museo de las Culturas de Oaxaca.

     “Ángela está en mi casa, Ángela está en mi comedor, biblioteca, recámara, paredes de las escaleras. Ángela habita en mi casa, la embellece y la alegra, décadas de verla a diario en lo mejor de ella. Décadas de escuchar su susurro y ver su universo de formas y colores. Ángela cuando termine mi viaje existencial, tu obra, así como la de otros amigos entrañables pasará a nuestra Universidad Nacional. Merece ser contemplada por miles y miles de personas y por años y años en un tiempo sin reloj, declaró Carpizo, coleccionista de la obra de Gurría.

     Por su parte, Pedro Ramírez Vázquez,  con 91 años de edad, destacó brevemente que la obra creativa de Ángela Gurría no tuvo límites  al transformar los bronces y la piedra “en obras de arte que ahora México y todos nosotros gozamos”.

     Ramírez Vázquez insistió en el nivel de talento y creatividad de la escultora al trabajar materias inertes como el bronce, el hierro y la piedra. “Gracias por lo que nos has dado con tu creatividad, con tu entrega. Gracias por lo que le heredas a México y a todos nosotros. Gracias”.

     De las creaciones más importantes de Gurría, destaca su contribución a la Olimpiada Cultural de 1968 en la Ruta de la Amistad; su Homenaje a la ceiba (1977); Espiral Serfin (1980) ; El corazón mágico de Cutzamala (1987), y los vitrales escultóricos del Nuevo Santuario de Guadalupe en Monterrey, Nuevo León (1978-1981).

     La escultora nació en la Ciudad de México, estudió letras españolas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM; posteriormente realizó estudios de artes plásticas en Inglaterra, Francia, Italia, Estados Unidos y Grecia.

     Para perfeccionar su técnica acudió al México City Collage con el maestro Germán Cueto y estuvo bajo su tutela durante seis años; de él aprendió el uso de las líneas y las formas sin llegar a la abstracción.

     Hija menor de una familia tradicional y rígida, Ángela Gurría quiso desde muy joven ser artista, sin embargo, para una mujer de finales de los años cuarenta en México era casi imposible, por lo que se aumentaba la edad y firmaba con el seudónimo Ángel Gurría. Con el tiempo pasó de trabajar en el anonimato a ser una pionera del arte escultórico moderno en México, y alcanzó fama y éxito en los años setenta.

     Su primera exposición individual fue en 1959 en las Galerías Diana, y su primera obra monumental, en 1965, se titula La familia obrera, realizada en bronce, de cuatro metros de altura, para la Tabacalera Mexicana. La artista registró su pieza con su seudónimo, porque en aquel entonces no figuraban las mujeres en un certamen para una obra de encargo.

     A lo largo de su carrera ha realizado varios proyectos de arquitectura integral, un ejemplo de ello es Señales, escultura ubicada en la glorieta de San Jerónimo, en la Estación 1 de la Ruta de la Amistad.

     Señales es una pieza de grandes proporciones que mide 18 metros de altura. Los cuernos que la conforman, de color blanco y negro, hacen referencia a las primeras Olimpiadas (México, 1968) en las que los países africanos participaron por primera vez en conjunto.

     Por su labor artística Ángela Gurría ha recibido distintos reconocimientos, entre los que se encuentra el Premio del Instituto de Arte de México, el Primer Premio de la III Bienal de Escultura (1967) y la Medalla de Oro de la Academia delle Arte del Lavoro de Italia, que le fue concedida en 1980; fue la primera mujer integrante de la Academia de Artes Mexicana (1973).

     En su trayectoria ha pasado de una tendencia realista simbólica a casi un abstraccionismo, y en su afán por utilizar la naturaleza como punto de referencia ha dedicado infinidad de obras al tema del hábitat.

     En este sentido, el uso de diversos materiales, desde la piedra hasta los metales, le ha permitido explorar distintas técnicas para lograr una armonía en su producción artística, en especial entre la escultura y la arquitectura. Es ahí donde retoma la monumentalidad de las figuras prehispánicas y las artesanías populares de los creadores mexicanos.

     La mayoría de sus obras son en gran formato, lo cual constituye su sello distintivo, ya que algunas piezas alcanzan alturas que van de los 30 hasta los 100 metros. Además de la piedra y los metales, ha trabajado con vidrio, cristal, ónix y mármol negro, tanto en obras de grandes dimensiones como en otras de pequeño formato, de apenas 30 centímetros.