En tiempos reservados para el olvido…
Crónicas de la ausencia mostraba dos posturas críticas que centran su atención en historias relevantes en la vida de las personas.
En Tiznados (1990-1991), obra de carbón y yeso en papel sobre madera, Muñoz reflexionaba sobre los vestigios de imágenes de la prensa sensacionalista en Colombia de los años ochenta. Interesado en que los fotoperiodistas, con la ayuda del flash, fijan con un efecto plano detalles ínfimos de irreconocibles víctimas de homicidios, el artista elaboró siete paneles de yeso en los que sustrae, de forma abstracta, particularidades de las imágenes. Lejos de que las fotografías originales capturen los restos de dichas tragedias, lo que se imprime en los diarios es la violencia urbana y cotidiana, contenido que mediante una agresividad pasiva fomentamos con visiones que poca justicia hacen al recuerdo de las víctimas.
Rennó, por otra parte, indagó en 1995 un repertorio de imágenes provenientes de un archivo “muerto” de placas y negativos de la Penitenciaría del Estado de São Paulo. El levantamiento fotográfico de distintas marcas en los cuerpos de los prisioneros fue realizado desde los años veinte; se pretendía identificar a los prisioneros a través de dichas características físicas, en vez de hacerlo por sus nombres.
Como resultado de dicha investigación surgió la serie Vulgo (1998-2003), que constaba de fotografías –de nucas y cabezas de presos– catalogadas por los remolinos o la dirección en la que crece el cabello; una vez ampliadas, se exhiben públicamente y su dislocación simbólica es evidente, ya que se trasladan a un ambiente que las “hace presentes”. Durante años, las fotografías han servido como documentos que comprueban la identidad de las personas, en esta obra la función se revierte y las imágenes son tan sólo de individuos anónimos.
Las imágenes de Muñoz y de Rennó se posicionaban en un espacio temporal entre presencia y ausencia. Este estatus les confinó un sentido nuevo, que sin ignorar su forma contemporánea, daba cuenta del orden del tiempo que inevitable y nostálgicamente contiene cada fotografía.
Curaduría: Daniela Pérez, curadora asociada del Museo Tamayo
Óscar Muñoz
Nació en Popayán, Colombia en 1951. Actualmente vive y trabaja en Cali. Algunas de sus más recientes exposiciones individuales son Óscar Muñoz. Imprints for a Fleeting Memorial, Prefix Institute of Contemporary Art, Toronto; Mirror Image, Institute of International Visual Art, Londres; Óscar Muñoz. Panóptico, Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo, Badajoz; todas en 2008. Además, ha participado en diversas bienales incluyendo la Bienal de Venecia (2005 y 2007), Bienal de Praga (2005), Bienal de Bogotá (2002), Bienal de La Habana (1997), y Bienal de São Paulo (1987).
Rosângela Rennó
Nació en Belo Horizonte, Brasil en 1962. Actualmente vive y trabaja en Río de Janeiro. Entre sus exposiciones individuales más recientes se encuentran The Last Photo, Prefix Institute of Contemporary Art, Toronto (2008) y Rosângela Rennó, Museu de Arte Moderna Aloíso Magalhães, Recife, Brasil (2006). También ha participado en varias bienales incluyendo Prospect 1, Nueva Orleans (2008), Bienal de Venecia (1993 y 2003), Bienal de Berlín (2001), Bienal de São Paulo (1994 y 2000), Bienal de La Habana (1994 y 1997), Bienal de Kwangju (1997), Bienal de Mercosur (1997), y Bienal de Johannesburgo (1997).