El camerino de Ofelia

El camerino de un teatro podemos decir que es un no lugar, es una antesala de la escena, un lugar de tránsito, un intersticio entre realidad y ficción. El camerino que visitamos hoy es el de Ofelia… donde las pasiones humanas y los debates amorosos se frecuentan, se pierden o se cubren en las entretelas del corazón de estos tres personajes que lo habitan, tres actrices que nos muestran sus reflexiones críticas y visiones del amor así como su pasión, compromiso e incertidumbre por el oficio que profesan: la actuación y el teatro. Asistimos pues a este camerino, a un debate público sobre lo íntimo y lo privado, en ese intermedio de actos de un Hamlet que al parecer no va nada bien. Las actrices salen de escena y se preparan para regresar a esta, en este espacio el cual se abre de capa como en un juego de espejos y vemos las similitudes de sus vidas y la de sus personajes que representan a unos pasos.

En el camerino de Ofelia la vida y la escena se entretejen, el “ser o no ser” también se pone en la balanza en un juego como la vida misma, donde hay una segunda llamada que nos alerta para afrontar lo que venga y una tercera llamada que nos convoca a continuar con la vida de la escena o en el escenario de la vida… “MUCHA MIERDA”.