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Encuentro con la narrativa cubana

Concluye Seminario de Historia y Literatura en el CIDE

21 de junio de 2015

  • En el último día de actividades escritores cubanos coinciden en que literatura y periodismo ocupan espacios delimitados

Cuba es el país con más cambios geopolíticos hemisféricos del siglo XXI. En él subsiste un sistema político de tipo socialista, heredado del bloque soviético de la Guerra Fría y un proceso cada vez más explícito de reinserción en la comunidad de naciones americanas, en el que literatura e historia establecen una relación de conflicto e interpelación.

Es en ese contexto que tuvo lugar el Seminario de Historia y Literatura Poéticas del Presente: Narrar a Cuba 1956-2015, organizado por la División de Historia del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

En la última mesa de este encuentro, titulada Del relato postsoviético a la ficción global, participaron los escritores Ahmel Echevarría y Carlos A. Aguilera de Cuba; Homero Campa, periodista y comunicador mexicano, así como David Miklos, escritor nacido en Texas.

Amhel Echevarría, premio José Soler Puig de Novela 2012, detalló que la narrativa de los años setentas en Cuba se caracterizó por abordar temas relacionados a la crisis social, económica y política de Cuba, pues la sociedad cubana de esa década y la anterior, se había formado con la Revolución, hombres y mujeres que participaron en los movimientos agrícolas y militares, con pocas posibilidades de involucrarse en otras esferas de carácter social, cultural, económico o político.

Surgen después los integrantes del grupo diásporas, narradores, poetas y ensayista, que definieron sus posturas como escritores ante la literatura y las instituciones de aquél país.

A finales de los setenta y principios de los ochenta se posicionan los escritores de la Generación Cero, quienes de acuerdo a la definición de Ahmler Echevarría, es un fenómeno literario que se caracteriza por su forma de leer, asociar y escribir, “de agenciarse su propia tradición o su propia noción del campo literario, del mundo”, indicó el escritor.

Actualmente, se escribe desde un no lugar, que implica las redes sociales, el blog, o la vida fuera de Cuba, el contexto es diferente, existe un desencanto de lo que fue la Revolución, ahora la que importa es la estética, perspectiva en la que Ahmel Echevarría considera que se debe pensar el texto, la obra, la vida.

Por su parte, Homero Campa, periodista y comunicador, habló desde su experiencia del periodismo en Cuba. En donde, de acuerdo a su opinión, la prensa nacional no es un elemento de presión, en cambio existe preocupación por lo que se difunde desde Cuba hacia fuera de la isla.

La imagen del país está visto desde la perspectiva de una prensa extranjera, lo que ocurre en Cuba, lo sabe primero un editor internacional. Comentó que si bien la información es real, no se profundiza en ella, ya que es difícil tener acceso a una fuente confiable; es arriesgado publicar porque hay que tener pruebas que demuestren lo que se publicó, e incluso le puede costar el puesto: características de su sistema político y económico. “El problema es cuando la información es enviada desde Cuba, no que sea enviada por un corresponsal extranjero “, explicó Homero Campa.

David Miklos, escritor y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, refirió que la literatura es un reflejo inmediato de una realidad por lo que puede ser una especie de fuente histórica.

Lo que es cierto es que, en algún tiempo, en ausencia de una libertad de prensa autónoma en Cuba, la literatura restituyó la función del periodismo como crónica presente, al narrar la realidad cubana, sin embargo, por el riesgo existente se deja de hacer. Para Homero Campa, actualmente Cuba no cuenta con cronistas, que sería la representación del periodismo narrativo.

Al respecto Carlos A. Aguilera, escritor cubano, mencionó que en su opinión, la literatura es algo diferente, pues hizo una distinción entre lo que sería real y realidad: lo real es la manera en que uno lee la realidad, mientras que la realidad es lo que está ahí.

 

De esta manera, estableció que periodismo y literatura son diferentes, pues se refirió a la literatura como “un espacio totalmente abierto, que se nutre de todo, que juega con todo y que construye ante todo. Para mí, la literatura tiene que pasar por la escritura, por un espacio donde la reflexión sobre lo escrito se convierte en una pregunta”, aseguró Carlos A. Aguilera.

Al igual que Aguilera, Amhel Echevarría, consideró que hay una zona para el periodismo y otra para la literatura, es decir, también distingue una frontera entre ambas.

Agregó que en Cuba es difícil tener una columna en donde se pueda escribir ya sea de literatura u otros temas, en esa zona, el escritor podría ejecutar en términos periodísticos e incidir en ella de forma literaria.

En el marco del Seminario de Historia y Literatura Poéticas del Presente: Narrar a Cuba 1956-2015, que se llevó a cabo los días 16, 17 y 18 de junio, también se efectuó una sesión de lectura de obras, en la que se contó con la participación de los escritores ´cubanos y dos representantes de México, el miércoles 17 de junio en el Centro Cultural Elena Garro.

GVG

México,Distrito Federal