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Inauguran esta muestra que forma parte de la cooperación cultural entre Cuba y México

Los ardientes del pintor mexicano Sergio Hernández en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba

22 de mayo de 2015

  • Integrada por 22 piezas de óleos y grabados que aluden a la tonalidad roja como símbolo cosmogónico prehispánico
  • A través del hilo conductor de la cultura reconocemos nuestra amistad e identificación con Cuba; no podía haber mejor espacio para alojar esta obra que este Museo de Bellas Artes de Cuba: Rafael Tovar
  • Acompañaron al artista el presidente del Conaculta, el embajador Juan José Bremer y el ministro de Cultura de Cuba, Julián González

Como una muestra que alude al color rojo como símbolo cosmogónico prehispánico de la eterna lucha del hombre y que se convierte en un puente entre las culturas de Cuba y México, fue definida la muestra Los ardientes, del artista mexicano Sergio Hernández, inaugurada en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba.

Integrada por 22 piezas de óleos y grabados que, en palabras del artista, están inspiradas en la obra Crucifixión del pintor nacido en 1470, Matthias Grünewald, la exposición se exhibirá hasta el 6 de septiembre como parte de la cooperación cultural entre Cuba y México

En la ceremonia de inauguración, el artista estuvo acompañado por Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta); Julián González Toledo, ministro de Cultura de Cuba; Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Por su parte, Juan José Bremer, embajador de Cuba en México, destacó la calidad de la obra de Sergio Hernández como símbolo de una búsqueda artística y cultural que hermana a las naciones de América Latina y el Caribe.

Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta, dijo que en la obra de Sergio Hernández se conjuga una tradición única de las culturas del México antiguo a la que se suma una visión muy cosmopolita y universal.

Celebró que las obras de esta muestra tuvieran como inspiración el políptico monumental creado por el artista europeo Matthias Grünewald, que al ser traducido por la sensibilidad de Sergio Hernández, confirma que Diego Rivera tiene en su arte una continuidad de miles de años y utiliza sus propios materiales ancestrales.

Nada define mejor a Sergio Hernández cuya obra pertenece a esa línea de arte mexicano milenario que continúa hasta hoy y se integra al arte universal. Creo que no podía haber un mejor espacio para alojar su obra que este Museo de Bellas Artes de Cuba, país con el que nos une una tradición histórica y a través del hilo conductor de la cultura reconocemos nuestra amistad e identificación como naciones, afirmó Rafael Tovar y de Teresa.

Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, dijo que a través de la cultura y de exposiciones como la de Sergio Hernández se confirma que los vasos comunicantes entre los artistas de ambas naciones siguen fluyendo con gran dinamismo.

“Los creadores en Cuba tenemos mucho que recordar de México y mucho que agradecerle a esta nación que en los momentos más difíciles se mantuvo al lado de nuestro país. Por eso sus artistas son bien conocidos aquí, figuras como Francisco Toledo o Sergio Hernández nos honran con su obra que nos emociona y nos sorprende”, concluyó Miguel Barnet.

México,Distrito Federal