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Sonidos vecinos, un retrato universal de la vida en el entorno urbano

04 de noviembre de 2013

  • La cinta brasileña del director Kleber Mendoca Filho, que compite por la nominación al Oscar, se estrenará en las salas mexicanas el próximo 8 de noviembre

En el microuniverso de un barrio residencial brasileño, el director Kleber Mendoca Filho plasma en el filme Sonidos vecinos, una metáfora sobre la situación anímica y existencial, no sólo de su país, sino en general del contexto latinoamericano, mostrando que a menudo el gran reto para sobrevivir como sociedad no proviene del exterior, sino de domar los demonios interiores.

Presentada este lunes  4 de noviembre por la distribuidora Interior 13, previo a su estreno el próximo viernes 8, en salas del complejo Cinépolis y en la Cineteca Nacional, el filme se convierte en una reflexión personal del director sobre el Brasil contemporáneo y la manera como la supuesta modernidad, que en teoría debería unir los ciudadanos, termina por alejarlos aún más.

El filme parte de la premisa de que ante una ola de violencia, los vecinos de una tranquila calle en el sur de Recife deciden contratar un servicio de un par de guardianes privados, uno de ellos tuerto, para proteger el entorno. La llegada de los custodios pretende luchar contra la desconfianza, pero es precisamente cuando las diferencias parecen acentuarse entre los vecinos.

Bia, casada y madre de dos hijos, debe encontrar la manera de lidiar con los ladridos y aullidos del perro de su vecino un joven enamorado intenta descubrir quién robó el radio-caset del coche de su amada, un delincuente de poca monta pretende limpiar su imagen, mientras un hombre acomodado aspira a proteger sus bienes y una asistenta de hogar disfruta, en el mejor sentido, de la situación.

Protagonizada por Irandhir Santos, Gustavo Jahn y Maeve Jinkings, la cinta juega con la supuesta cotidianeidad de los personajes, dedicando largas secuencias a mostrar su entorno, la manera como vive en sus casas, pero sobre todo, su ansiedad creciente al dejar de lado sus vida por ocuparse de las de los demás.

El realizador dividió el filme en tres partes, cada una con un título, para intentar crear una tensión añadida a la percepción de que algo extraño está por pasar.

No obstante, en medio de la incertidumbre también hay paso para el humor, y mientras una profesora de chino descubre que la frecuencia de un aparato para la sordera sirve para ahuyentar perros, los vecinos más adinerados, quienes suelen bañarse en una catarata artificial del jardín, son saboteados cuando el agua se torna contaminada.

En palabras del director Kleber Mendoca Filho, quien es licenciado en periodismo  programador de la sala alternativa más importante de Recife, Cinema de la Fundación Joaquim Nabuco,  Sonidos vecinos es una historia coral acerca de lo que tenemos alrededor en las ciudades, con habitantes sumidos en la locura por consumir que parecen estar luchando por tener un televisor con una pulgada más que el del vecino.

“El corazón de la película es el elemento humano, ya que versa con la vida cotidiana en este particular entorno. Los personajes, por lo demás, son parte de un paisaje social de amos y criados. Las relaciones de clase se muestran no sólo en la forma en que los empleados tienen acceso a la propiedad de los patrones —coches, casas, departamentos— sino también en la forma en que el patrón vive una vida paranoica debido a la tensión paralizante de la violencia urbana”.

Considera que en el boom económico que ahora ocurre en Brasil y que antes ocurrió en otros lugares, la gente actúa por impulso pero con grandes miedos y paranoias que dejan ver el lado oscuro de unas personas que nunca terminan por gustarse a sí mismos y que quieren ser el espejo de los demás.

“Gran parte de esta película proviene de notas que tomé sobre la vida que sucedía al otro lado de la calle, a través de mi ventana, o en la azotea del vecino. Las tensiones peculiares de la sociedad brasileña, se reflejan en la arquitectura local, que es ecléctica y caótica. La mala arquitectura puede ser molesta, pero es muy fotogénica, de ahí que el miedo de las personas se muestre a través de ella, en los fríos diseños de las rejas de acero, portones, cercos eléctricos y altos muros”.

Bajo la producción de Emilie Lesclaux, el montaje del propio  Kleber Mendonca y la fotografía de Pedro Sotero, la cinta, además de competir por la nominación al Oscar, estuvo presente en el FICUNAM 2012, y antes obtuvo el galardón a Mejor Película en el Festival do Rio de Janeiro 2012, y el Premio FIPRESCI. Tiger Competition en el Rotterdam International Film Festival.

“Es una cinta sobre la naturaleza orgánica de la vida en un ambiente, como lo es un barrio, tiene diferentes capas de sonido que contienen también información sobre la soledad, la alegría, la neurosis, la felicidad o el miedo”, dijo Kleber Mendoca.

Sonidos Vecinos se estrenará el próximo 8 de noviembre en la Cineteca Nacional, Cinépolis Diana y Universidad, Cinemanía Loreto y The Movie Company.

HBL

México,Distrito Federal