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El paciente interno se proyecta en el festival de cine mexicano en París

10 de octubre de 2013

  • La cinta narra cuando Carlos Castañeda de la Fuente intentó asesinar al entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz por para así vengar la masacre del 2 de octubre

El 5 de febrero de 1970 Carlos Castañeda de la Fuente caminó apresuradamente entre las calles que rodeaban el Monumento a la Revolución. Cargaba una mochila en la que guardaba una pistola Luger calibre .38 con la que intentó asesinar al presidente Díaz Ordaz, con el objetivo de vengar la masacre del 2 de octubre de 1968.

Con este acto se convertiría en el primer hombre que desafió en una acción personal al gobierno represor, pero también en víctima de la guerra sucia; durante años sufrió torturas, maltratos, privación de la libertad y una desaparición misteriosa.

Cuarenta años después, Carlos Castañeda de la Fuente vagará en el anonimato y sin rumbo por las calles, estaciones del Metro e iglesias de la ciudad de México pidiendo limosna para sobrevivir.

Esta es la anécdota que narra El paciente interno, ópera prima documental del director mexicano Alejandro Solar Luna, “cinta que muestra una historia insólita sobre la memoria y las asignaturas pendientes del gobierno con la sociedad y que busca descubrir y conocer la vida de una persona que, a su manera, pudo haber cambiado la historia de México y que encima de todo forma parte de nuestra realidad”, detalló en entrevista con Conaculta, Alejandro Solar Luna.

El cineasta graduado de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional Autónoma de México y de dirección de cine del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos añadió que El paciente interno es un documental fuerte y reflexivo que invita al público, en especial a las nuevas generaciones, a descubrir “de dónde venimos para saber para dónde vamos y qué pasa con nosotros como sociedad, ya que este hombre estaba ahí y para nuestros ojos era invisible”.

También –detalló– es una reflexión acerca de la locura y de la salud mental “tanto del poder como de la sociedad misma, ya que vemos que los mismos síntomas que dice el siquiatra tienen los esquizofrénicos son los mismos que tenía Gustavo Díaz Ordaz, ya que estaba convencido de que lo que hizo estuvo bien y eso es un síntoma de esquizofrenia y psicosis”.

Durante 83 minutos el espectador podrá adentrarse a la vida de Carlos Castañeda de la Fuente para conocer cómo es un adulto, mayor de 70 años, de carácter contrastante que vive en las calles y por las noches duerme afuera de casas lujosas, que acude a terapias para independizarse, un hombre que prefiere andar desnudo antes que ponerse “una camisa que huele a tacos”.

“La cinta –reveló Alejandro Solar- trata de exponer el hecho de que él está en las calles en una condición de indigente que para la mayoría de la sociedad son personas invisibles. De alguna manera también representa una metáfora interesante de dónde está el recuerdo de esta época.

“Por eso intento mostrar cómo es una persona que carga y lleva  a cuestas toda la represión, la injusticia que se vivió en esa época y de la que él también fue víctima, y que es un hombre que está encarnando todas las asignaturas pendientes del gobierno pero está  en la calle, allí en donde se refleja nuestra realidad actual”.

En la cinta también se muestran diversos testimonios, entre ellos el de  hermano de Carlos Castañeda, quien narra las amenazas y la percusión que vivió toda su familia, de los doctores que atendieron a Carlos, de la abogada Norma Ibáñez, quien lo ayudó a salir del hospital siquiátrico donde fue internado después del atentado y de Gustavo Castillo, periodista de La Jornada, quien fue el que sacó a la luz el caso de Carlos Castañeda y las inconsistencias de su caso.    

“Con ellos realizó una exposición de la injusticia a la que fue sometido, muestro cómo encontrar a un desparecido y narrar su historia, que vale la pena contar, porque refresca la memoria en estos tiempos en donde la memoria histórica es muy relevante, tomando en cuenta que está el mismo partido en el poder y que de alguna manera vamos a ver qué es lo que ha cambiado y la manera en que nosotros cómo sociedad estamos ejerciendo nuestros derechos”.

En El paciente interno se muestran documentos, fotografías y videos de stock, que a través de juegos visuales invitan a conocer el contexto social que se vivió en 1968, 1970, 1993 y el año 2009, años destacados para introducirse en los momentos claves de la vida de Carlos Castañeda: el año de la matanza de estudiantes en Tlatelolco, suceso que vivió en carne propia.

En 1970, año en que planea y comete el atentado con la pistola que compró con sus ahorros y que disparó sobre el chasis del que pensó era el carro del presidente, pero que resultó ser el de su secretario de prensa; 1993, año en que después de una investigación profunda de su caso y sin pruebas que lo incriminen, sale libre del hospital psiquiátrico en donde estuvo recluido durante 23 años y 2009, cuando ingresa a un centro de integración para tener un lugar en donde vivir.

Para el también guionista, productor y editor de la cinta El paciente interno es un documental  que entretiene “y al mismo tiempo es un material que te hace pensar y querer saber cómo Carlos Castañeda llevó a cabo el atentado, cuáles fueron sus motivos, el insólito castigo al que fue sometido, lo insólito de que haya sobrevivido y lo asombroso de que esté en la calle y que nunca nadie hubiera conocido su historia”.

Para conocer más información sobre El paciente interno puede visitar: http://www.elpacienteinterno.com.mx/

LCL

México,Distrito Federal