1. PATRIMONIO CULTURAL Y TURISMO

Columna Vigía

19 de febrero de 2018

Cómo ser un turista responsable

Al viajar se amplían nuestros horizontes y nuestra capacidad para entender más sobre la historia, las culturas y nosotros mismos. Además, la actividad turística tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de las comunidades que visitamos, fortalecer su identidad cultural y promover la protección del patrimonio cultural y la biodiversidad que lo rodea.

Para lograr los beneficios que la actividad turística es capaz de producir en las comunidades anfitrionas –y en nosotros mismos— debemos ser conscientes del impacto que nuestras acciones y decisiones tienen en los espacios que visitamos. Actuar de forma congruente con esta conciencia implica ser un viajero responsable. El turista responsable ayuda al desarrollo de un turismo sustentable al respetar el patrimonio cultural y natural, cuidar el medio ambiente y no contribuir al maltrato y la explotación humana y animal.

Sé un viajero responsable tomando en cuenta estas 5 recomendaciones:

 

1. Cuando estés planeando tu viaje, investiga.

Investiga los aspectos culturales del destino que visitas, sobre su historia y sus culturas, su patrimonio y tradiciones. Asimismo, asegúrate de conocer sus normas sociales para evitar comportamientos que puedan resultar ofensivos o humillantes para la comunidad que visitas. Indagar sobre la historia, los valores y significados del patrimonio cultural que visitarás te harán vivir una experiencia mucho más enriquecedora y satisfactoria.

 

2. Cuida los sitios patrimoniales que visitas.

Gran parte del patrimonio arquitectónico y artístico de México lo conforman catedrales, iglesias y ex conventos. Estos santuarios son espacios de contemplación, respeta a la comunidad asistente guardando silencio. Si se permite tomar fotografías no utilices flash, ya que la luz intensa que produce degrada los colores de las obras de arte. No te lleves "recuerdos" de la estructura misma del sitio que visitas. No olvides que estos sitios nos pertenecen a todos y tenemos la obligación de cuidarlos para las generaciones futuras.

 

3. Apoya al emprendimiento local.

Elige productos y servicios locales, los cuales generan empleo y beneficios directos para la comunidad. Prefiere hoteles y restaurantes locales, compra artesanías en talleres de artesanos o en cooperativas a un precio justo, evitando regatear, ya que estas piezas del arte popular implican un largo tiempo de producción y expresan el desarrollo de las habilidades y la disciplina de la artesana o artesano. De esta forma ayudas a que los habitantes locales prosperen y a conservar el patrimonio cultural inmaterial.

 

4. Al comer, consume productos locales.

Una de las mejores cosas de viajar es, sin duda, descubrir la cocina local, pero cuando los ingredientes de la comida provienen de especies en peligro de extinción, la aventura te dejará un mal sabor de boca. Elige ingredientes naturales producidos en la región.

 

5. Ejerce el menor impacto posible sobre el medio ambiente.

Produce la menor cantidad de basura posible. Una forma es no utilizando bolsas y botellas de plástico ni popotes. Disfruta solo de productos y experiencias que garanticen la explotación sostenible de los recursos naturales del destino y que respeten el hábitat natural de la fauna y flora. Evita por completo actividades en las que se maltrate animales (como corridas de toros o selfies con animales salvajes en cautiverio). Evita también el consumo excesivo o derrochador del agua y opta por transportes con reducidas o nulas emisiones contaminantes.

Siguiendo estos consejos mejorarás tu viaje, el lugar que visitas y sentirás el orgullo de ser un turista responsable