Declara UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a la Cocina Tradicional Mexicana, Los Parachicos en la fiesta de enero en Chiapa de Corzo y la Pirekua, canto del pueblo p’urhepecha
16 de noviembre de 2010
***Conaculta se congratula y manifiesta que México es cultura
La Cocina Tradicional Mexicana
Por primera vez el sistema alimentario de un país accede al rango de Patrimonio Cultural de la Humanidad. En un hecho sin precedentes, el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, durante su Quinta Reunión Ordinaria que se lleva a cabo en la ciudad de Nairobi, Kenia, del 15 al 19 de noviembre, ha inscrito a la Cocina Tradicional de México en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Entre los méritos que fueron tomados en cuenta para considerar la cocina tradicional de los mexicanos como una manifestación cultural viva, representativa de la humanidad están su antigüedad, su continuidad histórica, así como la originalidad de sus productos, técnicas y procedimientos. Y es que, en efecto, en su raíz más ancestral la comida de hoy en lo esencial no difiere de la que se comía en el pasado remoto, debido a que la base constituida por el maíz, el frijol y el chile siguen teniendo total vigencia.
El expediente de candidatura, resultado de la decidida participación directa de cocineras tradicionales y de la estrecha colaboración con el Conaculta y el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Parachicos en la Fiesta Tradicional de enero en Chiapa de Corzo
Luego de un proceso de evaluación de más de un año Los Parachicos en la Fiesta Tradicional de enero en Chiapa de Corzo son declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por UNESCO.
Los Parachicos son una de las tradiciones de carácter festivo y ceremonial más vigorosas y con mayor tradición cultural de México con varios siglos de vigencia. Es un conjunto de expresiones inseparables entre sí —música, danza y comparsas, artesanía, gastronomía, ceremonias religiosas y fiestas— puestas en escena con motivo de las celebraciones patronales de enero en Chiapa de Corzo.
Uno de los documentos más importantes que integran el expediente oficial presentado a la UNESCO es el Plan de Salvaguardia, elaborado por especialistas del INAH y la autoridad estatal y municipal en conjunto con representantes de la comunidad, que incluye medidas como la creación de un Consejo conformado por el Gobierno Municipal, representantes y líderes de la comunidad y autoridades estatales de cultura y turismo; la compilación de técnicas artesanales utilizadas para la elaboración de máscaras, instrumentos musicales e indumentaria, además de la recuperación y registro de letras y música de rezos tradicionales.
Con este nombramiento, el Estado de Chiapas posee elementos inscritos en las listas de Patrimonio Cultural (Material) —Ciudad Prehispánica y Parque Nacional de Palenque— y de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, virtud que lo consolida como punto de interés mundial.
La Pirekua (Canto del pueblo P’urhepecha)
Dentro de los bienes patrimoniales más representativos del pueblo p’urhépecha (del Estado de Michoacán) la música constituye uno de los pilares más sólidos como medio de expresión, comunicación, identidad y cohesión social.
La pirekua es el canto tradicional que expresa el pensamiento, el sentimiento y el orgullo del pueblo p’urhépecha, donde los creadores (compositores) y los pirericha (intérpretes) manifiestan todo su talento, su creatividad y sus más preciados y profundos sentimientos.
Cabe destacar que la pirekua es un elemento fundamental del arte musical que debe valorarse e impulsarse, ya que ayuda a conservar y fortalecer la lengua p’urhépecha, junto con otros principios y valores de esta cultura indígena, como son las tradiciones, las costumbres, la artesanía y la vestimenta, entre otros; es por ello que constituye una parte esencial dentro del programa de turismo cultural “Ruta Vasco de Quiroga” implementado por el gobierno michoacano.
Los diferentes grupos culturales, las comunidades indígenas y los tres niveles de gobierno –federal, estatal y municipal– adquieren a partir del reconocimiento de la pirekua, el compromiso de diseñar estrategias que permitan no sólo preservar las raíces y el rico legado cultural, sino impulsar y fortalecer la creatividad musical y las expresiones del arte popular.