La Medalla Belisario Domínguez, distinción que han recibido notables mexicanos

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Información: RGT
Comunicado No. 179/2011
28 de enero de 2011

***Conaculta conmemora los 58 años de haberse instituido esta presea que otorga el Senado de la República

Destacados personajes de la cultura de México han sido distinguidos con la Medalla Belisario Domínguez en las 57 entregas que ha tenido, entre éstos Carlos Fuentes, Miguel León-Portilla, Luis González y González, Andrés Henestrosa, Jaime Sabines y Miguel Ángel Granados Chapa.

         La presea Belisario Domínguez se instituyó en honor del prócer chiapaneco en 1954 y la ha entregado el Senado de la República a los hombres y mujeres mexicanos de excepción cuya actividad pública los ha distinguido por su entrega al servicio de México, al enaltecimiento de la sociedad y a la defensa de los mejores valores.

         El 28 de enero de 1953 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el cual se creaba la Medalla Belisario Domínguez que se entrega en Sesión Solemne con el fin de honrar la memoria de este mexicano ilustre, asesinado el 7 de octubre de 1913, durante el régimen de Victoriano Huerta, por expresar sus ideas con libertad.

         Esta medalla es conferida cada 7 de octubre por acuerdo del Senado y entregada por el Presidente de la República o su representante en el Salón de Plenos del Senado de la República.

         Un total de 57 destacados hombres y mujeres de México la han recibido de 1954 a 2010; desde el inicio de su entrega dos personajes de la vida pública nacional la merecieron en forma póstuma: el ex rector de la UNAM, Javier Barros Sierra y el político y empresario, Luis H. Álvarez.

         En el ámbito cultural e intelectual, alrededor de 25 destacados mexicanos han sido premiados con la Medalla de Honor Belisario Domínguez, algunos de ellos son: Gerardo Murillo o Dr. Atl (1956); Isidro Fabela (escritor, periodista e historiador, 1960); Jaime Torres Bodet (escritor, ensayista y poeta, 1971); Ignacio Chávez Sánchez (ex rector de la UNAM, 1975); Juan de Dios Bátiz (fundador del Instituto Politécnico Nacional, 1977).

         Asimismo, Jesús Silva Herzog (catedrático e investigador de la UNAM, 1983); Rufino Tamayo (pintor, 1988); Andrés Henestrosa (poeta, escritor, e historiador, 1993); Jaime Sabines (poeta, 1994); Miguel León-Portilla (antropólogo e historiador, 1995); Carlos Fuentes (escritor, 1999); Leopoldo Zea (filósofo, 2000); Luis González y González (historiador, 2003); y Miguel Ángel Granados Chapa (periodista, 2005).

         La presea consta de un diploma alusivo y un tejo de oro, pendiente de una cinta tricolor. En el anverso de la medalla aparece la efigie del Senador Belisario Domínguez, con la inscripción “Ennobleció a la Patria. 7 de octubre de 1913”, y, en el reverso, el Escudo Nacional.

         A través de una convocatoria se solicita a las instancias legislativas federales y locales, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a las dependencias y entidades de la administración pública federal, a las asociaciones y partidos políticos nacionales, a las instituciones de educación superior del país, a las organizaciones de empresarios e investigadores, a los medios de comunicación y a la ciudadanía en general, proponer candidatos dignos de tal distinción. Corresponde al pleno de la Cámara de Senadores tomar la decisión definitiva después de que la Comisión Medalla Belisario Domínguez elabora su dictamen, previo estudio y discusión de los méritos de los candidatos propuestos.

         En un México convulsionado por sus conflictos internos, el doctor Belisario Domínguez tomó posesión como senador por Chiapas el 5 de marzo de 1913, durante el periodo de sesiones extraordinarias de la XXVII Legislatura.

         Siete meses después, el 7 de octubre de 1913, tras un enfrentamiento con el régimen de Huerta, el legislador fue arrestado por la policía, sin que volviera a saberse algo más de él hasta agosto de 1914, cuando se halló su cadáver en el panteón de Coyoacán, donde lo habían enterrado clandestinamente.

         Tras la caída del gobierno de Francisco I. Madero en febrero de 1913 por un golpe militar que llevó al poder a Huerta se vivía en el país un ambiente de inconformidad y represión, como lo fue la Decena Trágica y la desaparición de varios legisladores.

         El senador Domínguez escribió un discurso en contra del informe de labores que había dado Huerta el 16 de septiembre. Como no le fue permitido leerlo en la tribuna hizo varios manuscritos y los dejó en los escaños de los senadores.

         En este documento el senador Belisario Domínguez acusó a Huerta de pretender engañar a la nación. Aseguró que no había hecho nada por pacificar al país, y que, por el contrario, la revolución se había extendido por casi todo el país. También se refirió al mal estado de la economía, al control de la prensa y a las violaciones a la soberanía estatal.

         La descripción del país servía para responsabilizar a Victoriano Huerta de tal estado de cosas. Asimismo, con valentía, lo llamó traidor y lo hizo responsable de los asesinatos de Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez, y aseguró que era un “soldado sanguinario y feroz”. Asimismo, invitaba a los legisladores a deponer al presidente y convocar a los revolucionarios para elegir a un nuevo mandatario.

         Poco después, Belisario Domínguez, redactó un nuevo discurso, para reiterar sus ideas y combatir las acciones de Huerta, e invitó nuevamente a sus compañeros legisladores a exigir la renuncia del general Huerta, al destacar que en manos del Senado estaba la salvación de la Patria. La reacción por manifestar sus convicciones y valor cívico tuvieron consecuencias contra su vida casi de inmediato.

         Nacido en Comitán, Chiapas, el 25 de abril de 1863, Belisario Domínguez vivió durante 10 años en París, Francia, donde estudió la carrera de médico cirujano. Se especializó en oftalmología y se doctoró en medicina.

         De regreso en su tierra natal ganó prestigio como médico y como hombre honesto y generoso. Procreó cuatro hijos con Delina Zebadúa. En una breve estancia en la ciudad de México, 1902-1905, editó un pequeño periódico en el que dio a conocer sus ideas.

         De nueva cuenta en Comitán, en plena revolución maderista, y después de haber rechazado en varias oportunidades su candidatura, aceptó ser nominado para la presidencia municipal, cargo que desempeñó con éxito, pues realizó un sinnúmero de actividades para mejorar la localidad.

         Reacio a inmiscuirse en la política, Domínguez rechazó la candidatura a diputado federal durante el gobierno de Madero; sin embargo, presionado por sus correligionarios, aceptó ser candidato a senador suplente, suponiendo que sería muy difícil llegar a ocupar el cargo. No obstante, el 5 de marzo de 1913 tomó posesión como senador por Chiapas, luego de que el propietario, Leopoldo Gout, había fallecido dos días antes.