Durante la Octava Junta Electoral del Congreso Constituyente del 29 de noviembre de 1916 se trató el tema de que no podían aprobarse las credenciales de otros diputados por no contar con los expedientes correspondientes. Un diputado propuso la posibilidad de aprobar las credenciales que faltaban sin leer los expedientes respectivos. Para el diputado Félix. F. Palavicini, esta propuesta era expedita pero peligrosa, debido a que podían cometerse arbitrariedades. Para el diputado Heriberto Jara, debido a la premura de las sesiones formales del Congreso, para el 1 de diciembre, era necesario acelerar la aprobación del mayor número de diputados. Después se revisó la credencial de Heriberto Barrón. Tras algunas acusaciones, el diputado Luis Monzón presentó el argumento más contundente en contra de Barrón: fue él quien disolvió la reunión del Club Liberal de San Luis Potosí en 1902, y por esa razón se rechazó. Por la tarde, fue rechazada la credencial de Carlos Tejeda, por el segundo distrito de Oaxaca, quien también había colaborado con Félix Díaz y se había opuesto al gobernador maderista Benito Juárez Maza. El rechazo a las credenciales de personajes que tenían antecedentes que los vinculaban con enemigos del constitucionalismo, mostró que el Colegio Electoral cumplió con su papel de calificar con rigor las elecciones y no permitió que se colaran diputados de dudosa trayectoria, a pesar de que hubieran ganado las elecciones en sus respectivos distritos.

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