Por medio de una nota diplomática emitida por Gran Bretaña, a través del gobierno de Estados Unidos, el gobierno británico exigió a México que explicara la presencia de submarinos alemanes en aguas nacionales y si éstos habían establecido en su territorio bases de carácter militar. En caso de confirmar dicha información, el gobierno inglés se reservaba el derecho de tomar las medidas pertinentes en contra de nuestro país, ya que por brindar ayuda al enemigo, sería tratado como país beligerante. El gobierno de México respondió con dignidad y firmeza a dicho requerimiento, señalando la falsedad de dichas afirmaciones. En su respuesta, señaló que Gran Bretaña no tenía que reclamarle a México a través de Estados Unidos, ya que contaba con su propio representante acreditado en México. Además, el gobierno mexicano subrayó que los submarinos alemanes tenían mayor actividad en las costas norteamericanas, donde ya habían hundido varios barcos sin que pasara nada y que era deber de la Marina inglesa detener la salida de dichos submarinos desde Europa. México mantenía su estricta neutralidad, por lo que no había autorizado el establecimiento de bases de submarinos de ninguna potencia en el país. Si Gran Bretaña no cumplía con eficacia su tarea de impedir el arribo de submarinos alemanes a México, nuestro país tomaría las medidas conducentes.

Ver más