El Primer Jefe Venustiano Carranza estaba convencido de que una de las reformas más urgentes era la reorganización de la administración de la Justicia. Por ello, el 23 de septiembre de 1916 publicó el decreto por medio del cual se armonizaba y uniformaba la justicia en todo el país.

En sus considerandos, señaló que la Revolución Constitucionalista en contra de la usurpación obligó a su gobierno a dar preferencia a los ramos de la administración pública de más urgente e inmediata necesidad y a dejar para después lo relativo a la administración de justicia. Por ello, era necesaria “la armonización y uniformidad de la justicia del orden común en toda la República”. Con este decreto, instauró las normas para el establecimiento de la administración de justicia del orden común, tanto en materia civil como penal, señalando los procedimientos y las instancias responsables de atenderlos.

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